Mar Galcerán, primera diputada con síndrome de Down: «Voy a derribar prejuicios»
Aficionada al running, al baile y a las Fallas, hará historia tras una vida rompiendo techos
La primera diputada con síndrome de Down: «No hay que dar nada por perdido»

Quienes conocen a Mar Galcerán saben que basta con dejarla hablar para tumbar tópicos. Es precisamente lo que ella misma reivindica: que cuando la miren no vean solo su discapacidad. Esta semana recogerá «orgullosa y muy feliz» su acta como diputada en las ... Cortes Valencianas. Una sucesión de renuncias por incompatibilidad de cargos, tras los nombramientos en el seno del nuevo Gobierno autonómico, ha hecho correr la lista con la que el PP concurrió a las elecciones del 28 de mayo.
Galcerán, la número veinte por la circunscripción de Valencia, hará historia al convertirse en la primera parlamentaria con síndrome de Down de España. Tampoco constan precedentes en otros países. «Quiero que la sociedad vea la diferencia como un valor enriquecedor y que derribe las barreras mentales que todavía existen. Tenemos los derechos, pero nos tienen que dar las oportunidades», señala en conversación con ABC.
Vinculada a la política desde «muy joven» en Nuevas Generaciones, siguió colaborando con el PP a pesar de que su grupo de amigos se fue distanciando del partido. Cuando el líder de los populares valencianos y ahora presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, le ofreció formar parte de la dirección como secretaria en el área de atención a personas con capacidades diferentes, no se lo pensó dos veces.
A sus 46 años, esta aficionada al running y al baile se ha sentido fascinada desde pequeña por las Fallas: ha sido Fallera Mayor en dos ocasiones, la última en 2022, cuando ejerció como máxima representante de la comisión Alameda-Avenida de Francia. Una experiencia que vivió, según sus amigos, «con una pasión absoluta». La misma con la que esta experta en no dar nada por perdido ahora quiere «servir a los ciudadanos» desde el Parlamento, aportando otra perspectiva.
«No hay que pensar en el síndrome de Down como una enfermedad, sino como una condición genética que hace que las personas tengan una serie de condicionantes a nivel físico y psicológico. No todas son competentes para ser diputadas, como yo no lo soy para ser delantero de la Selección Española aunque me guste jugar al fútbol. Hay casos excepcionales, y Mar es uno de ellos. Indudablemente, está preparada y capacitada porque puede desarrollar sus capacidades cognitivas», explica Francisco Tomás, médico experto en discapacidad y profesor de Medicina de la Universidad Católica de Valencia.



El currículum académico y profesional de Galcerán no dista mucho del de otros representantes públicos. Estudió la EGB en un colegio privado de Riba-roja de Túria y está titulada en Técnico Auxiliar de Hogar y Técnico Auxiliar de Jardín de Infancia. Lleva más de un cuarto de siglo trabajando «a gusto» en distintos departamentos de la Generalitat, donde se siente «muy querida». Primero en Presidencia como interina y, desde 2010, con plaza de subalterna en Bienestar Social, Igualdad y Sanidad, donde ejerce actualmente sus funciones.
Aprobar las primeras oposiciones adaptadas para personas con discapacidad intelectual fue un punto de inflexión en su vida. «Para ella es un orgullo. Siempre dice que es muy privilegiada porque su gente le ha ayudado mucho, pero su oposición se la ha sacado ella. Eran pioneras y nadie sabía cómo se tenían que preparar», comenta el doctor Tomás, miembro del Comité Médico Asesor de Down España. Ambos asisten cada martes a la Unidad de Atención al Síndrome de Down del Hospital Clínico de Valencia, un programa de voluntariado que busca integrarse como una prestación asistencial pediátrica más del centro.

Las reivindicaciones del colectivo cuentan ahora con una aliada en las Cortes. Oratoria en la tribuna no le va a faltar: «He visto a Mar defender un discurso claro y coherente que ella misma había escrito en un auditorio lleno de políticos». Unas dotes que fue adquiriendo durante sus cuatro años como presidenta de Asindown, una asociación que trabaja con más de 600 familias en Valencia y de la que sigue siendo socia.

Fue también la primera representante de una entidad con síndrome de Down del país. «A lo largo de mi vida siempre me he encontrado trabas. Vivir con una discapacidad es difícil. Pero no he estado sola, sino acompañada por mi familia y mis amigos. He salido adelante luchando y trabajando mucho. No todos tienen la suerte de conseguir lo mismo que yo», apunta Galcerán, consciente de la importancia de los apoyos a la hora de marcarse retos. «Su padre y yo estamos muy satisfechos y contentos. Ella es feliz y ese ha sido nuestro objetivo desde que nació», agrega Pilar, la madre de Mar, al tiempo que confiesa que están «un poco asustados» por la entrada en un terreno desconocido para ellos, aunque no tanto para su «valiente» hija, la mayor de tres hermanos. «Nunca se ha rendido y ha sabido perseguir su sueño. Estaremos ayudándola en lo que podamos», recalca su progenitora.
En Asindown esperan que el eco mediático de este hito sirva para visibilizar todo lo que queda por hacer. «Hay realidades más sencillas y otras muy duras. Se trata de quitar barreras para que cada persona, dentro de sus aspiraciones, consiga realizar un proyecto de vida satisfactorio y feliz con las limitaciones que todos tenemos. Ese camino, históricamente, se ha quedado incompleto. Mar había trazado el suyo y lo ha conseguido», indica Samuel Romero, director de proyectos de la entidad.
«No se trata de que todo el mundo llegue a tener un título, sino de que tengan los medios para llegar hasta donde quieran y puedan, bien en una empresa, una fábrica o un supermercado. Ponérselo fácil y adaptar ciertas cuestiones para que la sociedad les vaya abriendo hueco y no sean las familias quienes tengan que encontrárselo», concreta.

El acompañamiento del entorno laboral también es crucial. «Sin querer se sobreprotege, se les dan demasiados apoyos que no precisan. Es muy importante preguntarle a la persona cómo necesita la ayuda», asevera Inma Iñiguez, presidenta del Colegio de Terapeutas Ocupacionales de la Comunidad Valenciana, los profesionales que se encargan de que todos seamos lo más autónomos posibles. Un servicio que todavía muchos tienen que costear de su bolsillo porque no está extendido a todos los centros públicos. «La sociedad está impactada porque es pionera. Ahora nos falta darle normalidad a que ocupen puestos de responsabilidad. Mar ya es una más. Si tiene esas capacidades, ¿por qué no va a estar ahí?», plantea.
La nueva diputada de Les Corts jurará el cargo el 20 de septiembre en su primer pleno y ensanchará el camino abierto por la concejal Ángela Bachiller hace ahora una década en el Ayuntamiento de Valladolid: «Mi ejemplo puede derribar prejuicios, porque las familias ven en mí una esperanza para que sus hijos perseveren y salgan adelante». El síndrome de Down impedirá a Mar Galcerán Gadea muchas cosas, pero ser representante del pueblo no es una de ellas.
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