El corazón de un pontificado

«Sinodalidad no es una moda ni una forma de reinventar la Iglesia, sino la dimensión histórica de la comunión eclesial»

Es hora de dialogar y construir (12/2/2023)

Una herida de la que está prohibido hablar (21/1/2023)

El Papa Francisco accede en silla de ruedas a una audiencia AFP

Cuando se cumplen diez años de su elección como Papa, Francisco clama insistentemente contra la ideologización de la fe y advierte sobre el efecto desgarrador de la contraposición entre conservadores y progresistas. Un desgarro, por cierto, que se observa patentemente estos días en ... los análisis y balances sobre su pontificado. Frente a ambas lecturas miopes, la del «progresismo que se adapta al mundo», y la del «tradicionalismo que añora un mundo pasado», Francisco invita a redescubrir la Iglesia como «misterio de gracia generado por el amor, como Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo, templo vivo del Espíritu Santo».

Por eso rechaza como criterio para evaluar cualquier opción pastoral «las opiniones de los conservadores o los progresistas» ya que nacen de proyectos y esquemas ideológicos; en cambio, propone valorar cada estructura, uso y tradición en la medida en que favorezca el anuncio de Cristo. Todo esto conecta con el verdadero significado de la «sinodalidad», palabra clave que Francisco se ha encargado de aclarar: no es una moda ni una forma de reinventar la Iglesia, sino la dimensión histórica de la comunión eclesial. Por eso recientemente ha dicho que «es muy triste ver a la Iglesia como si fuese un parlamento».

En el 60 aniversario del Concilio Vaticano II ha recordado que la Iglesia no existe para contemplarse a sí misma, ni para ganar espacios de poder, ni para lamerse las heridas, sino para servir al mundo llevándole el amor de Cristo, el único que puede salvarlo. Para él, la forma de afrontar la secularización rampante en nuestras sociedades no es el lamento por las posiciones perdidas ni la condena de los males del mundo, sino generar nuevas formas de presencia cristiana que sólo nacerán del asombro ante la fe y de la alegría de pertenecer a la Iglesia. Afortunadamente, Francisco se parece muy poco a las caricaturas que de él dibujan los ideólogos de ambas trincheras.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 15€
110€ 15€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios