Italia castigará la gestación subrogada también cuando se realice en el extranjero

La maternidad subrogada era ilegal en Italia desde el año 2004, con el Gobierno de Silvio Berlusconi, pero la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, había prometido extender la prohibición, con el calificativo de delito universal, para los italianos que realizaran la subrogación en el extranjero, aunque se lleve a cabo en países donde es legal (la gestación subrogada es legal en 65 estados; de ellos, 6 en Europa). La líder de Hermanos de Italia, que califica la maternidad subrogada como «inhumana», apoya firmemente la campaña del papa Francisco para que la prohibición de la gestación subrogada sea universal. La ley castiga este delito universal con prisión de tres meses a dos años y multa de 600.000 a un millón de euros.

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Grande ha sido el vocerío y han volado palabras gruesas en el curso del debate en el Senado, saltando chispas entre los parlamentarios, un reflejo de la polémica suscita la ley. La mayoría gubernamental ha exultado con su aprobación de la ley, aunque el líder de la Liga, el ultraderechista Matteo Salvini, hubiera deseado que las penas hubieran sido más duras, incluso hasta 10 años de cárcel. «Con esta medida -subrayó el líder del grupo de la Liga en el Senado, Massimiliano Romeo- queremos evitar que la prohibición prevista en Italia sea eludida viajando al extranjero para encargar a un niño que luego será reconocido en nuestro país«.

Para la promotora de la Ley, la parlamentaria María Carolina Varchi, de Hermanos de Italia, con la nueva normativa «se pone fin a una práctica deshumanizante».

Mientras, los partidos de oposición consideran que «la ley en un absurdo jurídico». El diputado Riccardo Maggi, secretario de +Europa, ha escrito en las redes sociales que «el Parlamento ha escrito una página negra para los derechos y las libertades». Ante el aluvión de críticas que se han levantado desde la oposición, dentro y fuera del Senado, la ministra para la Natalidad, Eugenia Rossella, ha respondido así: «Quienes se esconden detrás de la retórica de los 'derechos' deberían preguntarse por qué existe una red global de feminismo que apoya la iniciativa de Italia y considera a nuestro país un ejemplo a seguir en todas partes. Hoy, con la votación del Parlamento italiano, los derechos no han sido negados, sino al contrario, han sido reafirmados y finalmente hechos efectivos».

El texto aprobado en el Senado consta de un solo artículo que modifica la Ley del 2004, que consideraba ilegal la maternidad subrogada en Italia, extendiendo ahora el delito al exterior. Entre las intervenciones, cabe destacar la de Elena Cattaneo, senadora vitalicia designada gracias a sus méritos por el residente de la República, Sergio Mattarella: «Este proyecto de ley nos expone al riesgo de que nos enfrentemos a un manifiesto ideológico, en lugar de afrontar racionalmente un tema que debe tener como estrella guía la libertad y la autodeterminación de las personas y el bienestar psicofísico del menor, cualesquiera que sean las circunstancias en las que salga a la luz«.

La senadora vitalicia Cattaneo Cattaneo ha recordado que la gestación subrogada está permitida, entre otros países, en Holanda, Bélgica, Dinamarca, República Checa, Grecia, Portugal, Gran Bretaña, Ucrania, Rusia, Estados Unidos y Canadá, subrayando que se trata, por tanto, de «un práctica que claramente no puede ser considerada como un delito con un valor social negativo universal». «Independientemente de lo que se piense, legítimamente, sobre esta elección –concluyó Cattaneo– me cuesta entender cómo se puede comparar el embarazo solidario con delitos muy graves que, sí, evidentemente tienen un impacto universal: estoy pensando en la pedofilia, el terrorismo o acciones de genocidio.«

Por otro lado, cabe destacar que en Italia solo se permite que las mujeres heterosexuales y casadas se sometan a fertilización in vitro, incluso en clínicas privadas. A las mujeres solteras o a las que tienen parejas del mismo sexo se les niega el acceso a la fertilización in vitro , lo que las obliga a viajar a otro país, sobre todo a España o al Reino Unido, para recibir tratamiento.