Hernández Zapata: «La Palma ha caído en el olvido un año y medio después»
El presidente del Cabildo reclama una nueva legislación para situaciones de catástrofe volcánica
Denuncia que han recibido 12 millones desde el Gobierno, cuando la institución isleña ya ha adelantado más de 80 para recuperar infraestructuras
Hernández Zapata en la sede de ABC
El presidente del Cabildo de La Palma, Mariano Hernández Zapata, lo tiene claro: La Palma necesita ayuda. Un año y cuatro meses después de que el volcán entrase en erupción, los recursos siguen sin llegar. Ayer acudió a Fitur para promocionar su isla y ... se reunió con el presidente de su partido, Alberto Núñez Feijóo, para impulsar una nueva ley ante situaciones de catástrofe volcánica como la que sacudió la vida de los palmeros. Solo con una nueva norma se podrá hacer frente a situaciones como la que ha vivido La Palma.
—Respecto al turismo en La Palma, ¿se ha producido un 'efecto llamada' tras la erupción del volcán?
—Lo que está claro es que el volcán nos ha posicionado y ha permitido que se nos conozca más. Esto ha supuesto que los datos turísticos de las últimas campañas han sido positivos, superiores al 90% de ocupación en la isla, con un número de viajeros similares a los de 2019 en el aeropuerto de La Palma. El volcán nos ha quitado casi 4.000 camas, 1.000 bajo la colada y el resto bloqueadas por la alta concentración de gases. Volverán, pero de momento no están disponibles. Uno de los retos es aumentar este número.
—Hace algo más de un año que comenzó la erupción del volcán. ¿Cómo se están gestionando la retirada de ceniza y las otras medidas de reconstrucción?
—Ya durante la erupción, el Cabildo asumió el liderazgo en este asunto. De un día a otro, las carreteras estaban inundadas de ceniza, como si hubiese nevado. Fue mucho trabajo y mucho coste económico que hemos adelantado. También, dos días después de certificar el fin de la erupción, el Cabildo comenzó a abrir carreteras con maquinaria en las coladas. Fuimos capaces de hacer una carretera que cruzase la colada de norte a sur de la Isla, un trayecto que para los palmeros les ocupaba dos horas después de la erupción del volcán y que, gracias a esas obras, pudo reducirse a diez minutos.
—¿Están llegando las ayudas anunciadas desde el Gobierno y la Unión Europea?
—La Unión Europea aprobó un fondo solidario del que no tenemos noticia. Hemos enviado una carta al presidente para preguntarle en qué se han destinado estos fondos. Por otra parte, las administraciones locales hemos recibido poco por parte de los gobiernos autonómicos y estatales. El cabildo ha adelantado una cuantía de 80 millones de euros en recuperación de infraestructuras y gasto corriente. Tenemos dificultades, eran unos ingresos que en teoría eran sencillos de recibir pero no llegan, si bien es cierto que desde el Gobierno de España hemos recibido 12 millones de euros, que en comparación con 80 es una cantidad pequeña. Hemos enviado nuestra queja al ministro de la Presidencia, al comisionado, al gobierno de Canarias para tratar de resolver un problema de burocracia que permitirá tener acceso a financiación y así seguir prestando los servicios con los que contamos y nos enfrentamos a una traba importante.
—¿Se sienten abandonados por el Gobierno?
—Inicialmente, valoramos de forma positiva el apoyo que recibimos, cómo se volcaron el Gobierno de Canarias y el de España, pero con el paso del tiempo parece que hemos caído en el olvido. Desde el 1 de febrero de 2022, el Cabildo asume la emergencia volcánica en la isla y hemos estado completamente solos. Sobre todo para gestionar las zonas con alta concentración de gases como los barrios residenciales de Puerto Nuevo y la Bombilla. También nos quedamos solos en la gestión de las familias que todavía siguen residiendo en hoteles. A día de hoy siguen siendo 130 personas mientras que el 1 de febrero eran 497 personas. Hemos destinado 6 millones de euros del fondo del Cabildo y tampoco hemos recibido financiación para este dinero que hemos adelantado, pero seguiremos alzando la voz por los palmeros.
Persisten los efectos negativos
«En algunos vecinos, el ánimo es muy bajo. Cuando pierdes tu hogar o tu negocio es complicado sentirse feliz»
Mariano Hernández Zapata
Presidente del Cabildo de La Palma
—¿Cuál es el estado de ánimo de los palmeros?
—Ha sido un golpe muy duro. Creo que, en este momento, todavía no somos conscientes de la dimensión de lo que nos ha ocurrido. Nos ha pasado un volcán por encima que se ha llevado 4.000 construcciones, más de 800 viviendas habituales, 70 kilómetros de carreteras, 300 hectáreas… para una población de 80.000 habitantes. Hay vecinos en los que el ánimo es muy bajo, porque cuando pierdes tu hogar o tu negocio es complicado sentirse feliz.
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—¿Cuánta población se ha tenido que desplazar de la isla desde entonces y aún no ha vuelto?
—Durante la erupción del volcán se desalojaron de sus casas a 7.000 personas, casi el 10% de la población de la isla. Se han ido reubicado en distintos lugares, una parte importante ha podido regresar a sus casas y otra sigue a la espera de soluciones. Es muy positivo que 150 familias que tienen licencia de obra ya están construyendo su hogar en las zonas afectadas. Además, hay 500 familias que han recibido ayudas para el alquiler y otras 300 familias están en las viviendas modulares puestas a disposición por el Gobierno de Canarias, que han llegado tarde, ya que consideramos que era cuestión de meses y han tardado un año. No está cuantificado cuántos se han ido, pero desde el Cabildo vamos a hacer todo lo posible para que las familias puedan regresar.
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