El Gobierno subleva a los pescadores con su plan para la eólica marina: «Es un pescacidio»

Los planes de ordenación elaborados por el Ministerio para la Transición Ecológica estarán en vigor hasta finales de 2027 e identifican cinco demarcaciones en las aguas nacionales: la noratlántica (de Galicia a País Vasca), la sudatlántica (Huelva-Cádiz), la del Estrecho y Alborán, la levantino-balear y la canaria. En cada una de ellas «hay actividades ya presentes y otras que pueden llegar a desarrollarse» siempre que sean «compatibles», defendió el martes la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera. Otras veces, aseguró en rueda de prensa, la presencia de una determinada actividad excluirá la presencia de otra.

Elaborado durante casi cuatro años, los planes habían despertado el recelo de los pescadores, que temían que este tipo de proyectos impactaran directamente en los caladeros españoles. Aportaron información sobre sus caladeros y áreas de actividad al ministerio.

«No han tenido en cuenta nuestras quejas», se lamenta con ABC Torcuato Teixeira, portavoz de la Plataforma de Burela, que aglutina al sector pesquero frente a la irrupción de la eólica marina en las zonas donde faenan. «El problema es que están en zonas muy ricas de pesca, en caladeros», apunta Teixeira, que ve en la instalación de los aerogeneradores «un ataque directo al sector pesquero y a la biodiversidad». El espacio elegido está dentro de los márgenes de la plataforma continental, antes de que las aguas alcancen profundidades abisales, que es muy estrecha y tendrá que ser compartida por la flota de proximidad. Por ello, el portavoz tacha la zonificación de «ecocidio» o de «pescacidio», y avisa de que la decisión de Ribera «pone en peligro la viabilidad económica de la zona». «Tan importante es la soberanía alimentaria como la energética», avisa.

En total, las zonas donde se podrán desplegar la renovable offshore apenas representa el 0,46% de toda el área marina regulada. El problema es la ubicación. En concreto, el Gobierno ha abierto la posibilidad a instaurar parques eólicos en tres zonas de la demarcación levantino-balear, otras cuatro en la del Estrecho y Alborán y otras ocho en la canaria. No hay ninguna en la demarcación sudatlántica (Huelva-Cádiz), lo que la convertirá posiblemente en la única libre de aerogeneradores. En el extremo opuesto, las cuatro zonas habilitadas en la demarcación noratlántica (de Galicia a País Vasco), la convierten en la más afectada por extensión.

De hecho, el 40% de la superficie aprobada por el Gobierno para la eólica marina estará en Galicia. El presidente de la Xunta advirtió este martes de que no autorizará la instalación de parques en el litoral que puedan afectar a los recursos pesqueros. No se disimula el malestar con una ordenación que no ha sido consensuada ni sometida a consultas con la Comunidad. «Si nos hubieran preguntado, habríamos dado nuestra opinión, pero no se nos preguntó y ahora vamos a ver el resultado. Daremos nuestra opinión y, si hay que rectificar algo, espero que se rectifique», avanzó Alfonso Rueda.

Galicia no es contraria a la implantación de la eólica marina, pero es consciente de todos las sensibilidades que hay en juego, principalmente las de un sector pesquero que está «muy preocupado», según reconoció la consejera de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez. Para canalizar la información sobre el desarrollo de los POEM, la Xunta constituyó un observatorio autonómico a modo de frente común, con el que el ministerio no se ha comunicado, según el Ejecutivo gallego.

Mientras el PSOE gallego guarda silencio, su socio de gobierno en una amplia mayoría de instituciones lo hizo de manera abiertamente crítica. Para el BNG el Gobierno es «cómplice» del «boom eólico depredador» y asegura que los parques marinos afectarán sin duda a la actividad pesquera y supondrán una amenaza para los ecosistema.

El ministerio defiende que la zonificación se ha hecho con la mejor evidencia científica, a través del Instituto Español de Oceanografía y del Centro de Experimentación de Obras Públicas (Cedex). Los pescadores defienden que solo se han tenido en cuenta las zonas de mejor viento y que no hay estudios en profundidad sobre la afección a la pesca. La configuración de la plataforma continental española, aseguran, no tiene nada que ver con otras donde se ha desplegado ya la eólica marina, como el mar Báltico o el mar del Norte.

«Los planes se han hecho de forma atropellada, sin pies ni cabeza y a espaldas del sector pesquero», dice Teixeira. Las especies de peces pelágicos –como el boquerón o la sardina–, que no tienen caladeros específicos y se mueven por la plataforma continental, son las que más les preocupan. Campañas tan emblemáticas como la del bonito del norte o la anchoa del Cantábrico «están en peligro», avisan.

En la demarcación noratlántica los aerogeneradores podrán instalarse a entre 21 y 31 km de la costa. Una distancia que en Canarias podría ser de apenas 1.850 metros frente a Lanzarote. En Rosas (Gerona) el polígono 'Leva 1' se ubica a 12 km de la costa y 'Leva2', en Menorca, a 5.

La identificación de estas zonas disponibles para la eólica marina, sin embargo, no implica automáticamente su aprobación. Las empresas interesadas deberán presentar su proyecto y obtener los permisos medioambientales pertinentes.

La Asociación Empresarial Eólica (AEE) aplaudió el real decreto como un «paso necesario y positivo». La flota pesquera, mientras, mira la experiencia en Viana do Castelo (Portugal), donde según su experiencia, las capturas cayeron en picado tras la apertura del parque eólico.