El fiasco de Starship no frena el objetivo de alcanzar la Luna y Marte en esta década

La gran capacidad de carga del cohete será crucial en los siguientes retos de la exploración espacial

Directo | Última hora de la explosión del cohete SpaceX de Elon Musk

Estalla en el aire el cohete Starship de Elon Musk poco después de despegar

Un momento del lanzamiento de Starship, este jueves EFE

Primero la Luna, después Marte y, más tarde, otros planetas o satélites del Sistema Solar. Los objetivos siguen intactos. La explosión de este jueves, minutos después de su despegue, del cohete Starship y el éxito a medias -a pesar de la explosión se considera ... un avance que haya conseguido abandonar sin ningún daño la plataforma de lanzamiento- puede suponer un cierto retraso en la carrera espacial de SpaceX, pero en ningún caso pone fin a la ambición de Elon Musk.

El que el mayor y más potente cohete de la historia -con 120 metros de altura y 39 motores- haya despegado sin problemas desde la plataforma de lanzamiento supone el primer gran paso para la conquista de Marte y un respaldo a la carrera para volver a la Luna.

Se ha demostrado la capacidad para dominar a la «bestia» compuesta por la base Super Heavy (de 70 metros de altura y 33 motores tipo Raptor) y la nave Starship (de 50 metros, tres raptor principales y otros tres secundarios). Aparentemente, el problema se ha desencadenado cuando la nave Starship debía desensamblarse del cohete propulsor Super Heavy, acabando con una explosión, si bien habrá que esperar a los informes posteriores.

Ahora, el siguiente objetivo sigue siendo alcanzar la Luna. Y no sólo para volver a poner pie sobre nuestro satélite, más de cincuenta años después de la última misión Apolo, sino con el de transportar hasta allí el material necesario para instalar una base permanente. Un centro de operaciones que suponga el inicio de la colonización de la Luna y que, además, sirva como paso intermedio para la siguiente conquista: Marte.

Hasta el momento, las misiones Artemis previstas con destino a la Luna cuentan con la tecnología del cohete SLS -desarrollado por la NASA- como propulsor. Artemis II -planificada para 2024 y será el primer vuelo tripulado que circunvalará la Luna después de cinco décadas- contará con el SLS Block 1. Pero a partir de la Artemis III -que ya permitirá el alunizaje tripulado en la Luna, en 2025-, el propulsor será una evolución, el SLS Block 1B.

Será el mismo cohete que previsto para los siguientes lanzamientos. Primero el del Artemis IV, que tendrá como misión la plataforma Lunar Gateway, una estación espacial que orbitará sobre nuestro satélite, y que está destinada a servir como centro de comunicaciones entre la Tierra y la Luna, laboratorio de experimentación y centro de almacenaje.

Más tarde, llegarán las misiones Artemis V y posteriores (los planes actuales contemplan hasta una novena), ya con el objetivo de preparar viajes regulares e instalar la base permanente en la Luna. Se desarrollarán a partir de 2026 y, aunque cuenta de momento con la tecnología SLS como propulsor, será en ellas en las que se pueda incorporar el Starship, con mayor potencia y capacidad de carga, si la tecnología de Musk se encuentra suficientemente desarrollada y probada.

Objetivo: Planeta Rojo

De forma paralela, SpaceX se plantea como objetivo el viaje a Marte. Musk ha manifestado en varias ocasiones la intención de que su compañía sea la primera en llevar a un ser humano hasta el planeta rojo. Y también ha planteado que espera conseguirlo antes de que acabe esta década. Para un viaje de unos 480 millones de kilómetros, y de unos siete a nueve meses de duración (por trayecto), sí que se requiere la gran capacidad de movilización de Starship.

Musk pretende utilizar la Starship, cuando se acabe de desarrollar, para enviar, al menos dos vuelos de carga no tripulados. Las primeras misiones tendrían como objetivo buscar fuentes de agua y la instalación de una planta que genere combustible. Después vendrían, los primeros vuelos tripulados, ya con el objetivo de establecer una colonia en Marte, que rentabilice el esfuerzo del largo viaje de ida y vuelta.

A partir de ahí, los planes de Musk empiezan a converger con el lema de Buzz Lightyear. Utilizando la base permanente de Marte como estación intermedia, y la mayor potencia de carga, que se incrementará en las próximas versiones del Starship, el objetivo es avanzar hacia otros lugares del Sistema Solar, como las lunas de Júpiter. el único límite, si la tecnología lo permite, será el más allá.

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