Faltan medicamentos en tu farmacia ¿de quién es la culpa?

Este sistema funciona como el canario en la mina. Es el primer sistema que alerta, antes incluso de que los laboratorios farmacéuticos lo notifiquen en falta a la Agencia Española del Medicamento.

La temporada de gripe y de otros virus respiratorios que se han adelantado este año o la circulación de virus que causan problemas gastrointestinales podrían explicar la falta de paracetamol, antigripales y productos contra las molestias digestivas. Pero no es la única explicación para el desabastecimiento de estos y otros muchos fármacos. La propia Agencia del Medicamento ha reconocido que en el último año ha crecido un 38% en España y afecta a una de cada 30 presentaciones en el mercado farmacéutico.

Lo más probable es que sean fármacos con un recambio fácil. «Casi en el 90% de las ocasiones el farmacéutico resuelve el problema cambiando el medicamento que solicita el paciente por una alternativa idéntica, sin que tenga que acudir al médico», asegura Juan Pedro Risquez, vicepresidente del Consejo General de Farmacéuticos.

Sin embargo, hay otros que no se pueden sustituir por otros y se emplean en enfermedades más graves como el cáncer o la diabetes. Uno de ellos es el Caelyx, utilizado para tratar el cáncer ovárico y que aún no tiene fecha para volver a las farmacias. Otro de los grupos terapéuticos más afectados es el del sistema nervioso y los ansiolíticos.

El problema del suministro no es nuevo. Es una constante con subidas y bajadas desde hace años. No responde solo a picos de demanda, como una gripe que se adelanta o una pandemia que genera problemas de producción. Puede haber problemas de calidad en la fabricación de un producto que paraliza la producción de una planta. Los efectos de la globalización también son responsables de los problemas de suministro. Un fallo en un laboratorio de China o la India donde se fabrican buena parte de los principios activos de los medicamentos que consumimos puede frenar la fabricación de los laboratorios europeos o estadounidenses. Las cadenas de suministro son cada vez más complicadas, porque puede fallar la distribución, una planta, el cartonaje..

El monopolio tampoco es bueno. Algunos productos están en manos de una única compañía con el riesgo de que haya algún problema de fabricación y deje a los enfermos sin tratamiento.

A los problemas habituales este año se ha sumado la inflación. La guerra entre Rusia y Ucrania ha generado una subida de precios de materias primas que también afecta a la cadena del medicamento. El precio de los combustibles, la electricidad o el papel afectan de lleno al coste final del medicamento. En España donde hay medicamentos por debajo de 2 euros, limitado por Sanidad, puede no interesar distribuir con esta subida al alza.

El vicepresidente del Colegio de Farmacéuticos recuerda que no estamos en el peor momento. La mayor crisis de desabastecimiento se vivió en los años 2018 -2019. «Entonces no había ni pandemia, ni guerra y sin embargo la situación era mucho más crítica por problemas coyunturales de demanda y laboratorios que dejaron de fabricar. Hoy hay que trasladar mucha tranquilidad. No preocupemos a los pacientes. Todo está controlado y definido».