Los estudiantes españoles están por debajo de la media de la OCDE en conocimientos financieros

Según el último informe de la OCDE, centrado en la evaluación de los conocimientos financieros, los estudiantes españoles de 15 años han empeorado en este ámbito con respecto al estudio anterior y se encuentran por debajo de la media de la OCDE. En concreto, han descendido seis puntos con respecto a la edición de 2018, obteniendo 486 puntos, 12 menos de la media europea (498) y 41 puntos por debajo de Bélgica (527), el país más aventajado en esta nueva competencia. En líneas generales, España se sitúa, con poco más de un aprobado raso, en el puesto 12 de un total de 20 del ranking de participantes. Solo un 5% del alumnado español es excelente en este ámbito, mientras que el 17% no alcanza el nivel básico de rendimiento.

¿Eso qué significa? En términos de competencia se traduce en que, en general, los alumnos españoles «pueden hacer planes financieros en contextos familiares» y están capacitados «para realizar interpretaciones sencillas de un abanico de documentos financieros, como facturas y nóminas». También «saben aplicar porcentajes» y «calcular un presupuesto», según el análisis de PISA. En su nuevo estudio, la OCDE ha evaluado las competencias de de más de 2.000 alumnos nacidos en 2006 de un total de 206 centros educativos españoles. La mayor parte del alumnado participante se encontraba cursando 4° de ESO.

De los catorce países miembros de la OCDE y los seis asociados que han participado en la evaluación, es Bélgica el que lidera la tabla con 527 puntos, seguido de Dinamarca (521) y Canadá (519). Cierran el ranking Malasia (406) y Arabia Saudí (412), con las dos peores puntuaciones. España se sitúa entre Noruega (489) e Italia (484). El estudio destaca que un 25% de los estudiantes españoles se encuentran en los niveles más altos de rendimiento (4 y 5), sin embargo solo un 5% -frente al 11% de la OCDE o el 16% de Bélgica-, presenta el nivel de rendimiento más avanzado. Ese porcentaje contrasta con uno de los peores datos del informe: que el 17% de alumnado copa los niveles más bajos de dominio, por lo que se les puede considerar, según la interpretación del análisis, prácticamente analfabetos en la materia. En Dinamarca y Bélgica ese porcentaje se sitúa en el 12% y el 13%,

A diferencia de otros análisis de la OCDE, este último sitúa a España como uno de los países donde menos desigualdad existe en competencia financiera entre el alumnado desfavorecido y el favorecido. Con una diferencia de 73 puntos, esta es 14 puntos menor que el promedio de la OCDE, y significativamente inferior a países como Estados Unidos (92), Bélgica (104) o Países Bajos (97).

Donde sí hay brecha en los resultados (una vez se extrae el componente socioeconómico) es entre alumnos inmigrantes y nativos. En el conjunto de la OCDE los primeros obtienen 31 puntos menos. En España, la diferencia es similar (30 puntos), siendo Brasil el país en el que la distancia entre unos y otros es más acusada (76 puntos). Por contra de lo que sucede en el resto de pruebas de PISA, las desigualdades entre chicas y chicos no son muy importantes. En el promedio de la OCDE, las chicas obtienen cinco puntos menos que los chicos y en España dicha diferencia se reduce a un punto.

El estudio observa también la exposición a la educación financiera que han tenido los alumnos en los 12 meses previos a la realización de la evaluación. En este sentido, los estudiantes españoles se sitúan ligeramente por debajo del promedio de la OCDE, al informar de que habían aprendido y conocían casi 7 de los 16 conceptos financieros que se les presentaban. Respecto a la interacción con los padres sobre asuntos relacionados con el dinero, los alumnos de España hablan con sus progenitores al menos una vez a la semana sobre aspectos relacionados con el dinero para compras (49%), la paga (39%), sus ahorros (38%), sus gastos (37%) y las compras online (36%). Sobre este último asunto, el 85% de los alumnos españoles realizó alguna compra de este tipo en los 12 meses antes de la evaluación.

El catedrático de Economía de la UB, Jorge Calero, destaca en declaraciones a ABC la importancia de la competencia evaluada «en el contexto de una sociedad como la española, donde los niveles de 'analfabetismo financiero' son elevados». «Muchos ciudadanos son presas fáciles ante manipulaciones e informaciones sesgadas», advierte. A su juicio, los resultados de la evaluación «aportan luces y sombras». La peor noticia es, según apunta, «que un 17,9% de los jóvenes españoles se sitúan en los niveles extremadamente bajos de competencia». Calero destaca la necesidad de «seguir formando en competencias financieras a los jóvenes españoles, con objeto de reducir progresivamente el déficit en este ámbito».

En la misma idea incide la profesora de Economía y Empresa de la UB Yolanda Blasco. «Hay un problema importante de formación en los maestros de Educación Primaria, ya que en Secundaria el Plan Nacional de Educación Financiera cubre este aspecto», dice Blasco. En este sentido, su universidad, en colaboración con la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y la Fundación del Instituto de Crédito Oficial (ICO), han lanzado un curso dirigido a introducir la educación financiera en Primaria. «No basta con saber de Economía, es importante que los maestros tengan otros muchos conocimientos financieros», subraya la profesora.