De espaldas a los fieles y anclados en los 50: así es la doctrina del sedevacantismo a la que se quieren unir las clarisas cismáticas de Burgos

«El señor Bergoglio es un hereje»: eso dijo De Rojas en una entrevista este jueves en Telecinco. Su organización, definida como una fundación sin ánimo de lucro y que asegura no ser una orden religiosa, es un grupo sedevacantista.

El nombre de esta doctrina, el sedevacantismo, significa 'la silla está vacía', en referencia a la Sede Apostólica de Roma, por lo que consideran que el Papa Francisco no ejerce su cargo de manera legítima. En concreto, afirman que el Pontífice lleva a cabo sus funciones de manera contratradicional.

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El sedevacantismo considera como último papa legítimo a Pío XII, que estuvo al frente de la Iglesia hasta 1958. Por tanto, para esta doctrina no son válidos los pontificados de Juan XXIII en adelante –Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II, Benedicto XVI y el actual, Francisco–. Esta doctrina representa también la oposición radical a los cambios introducidos en la Iglesia a partir del Concilio Vaticano II de 1965, que conforman una nueva actitud pastoral.

Como recientemente las monjas de Belorado y antes otros religiosos como el obispo excomulgado De Rojas, muchos sedevacantistas finalmente rompen con la Iglesia esperando a que llegue un papa al que consideren lícito y tenga en cuenta las asociaciones independientes que han creado en rechazo a esta Iglesia post Concilio Vaticano II.

Se conoce como misa católica de rito Romano Latino, pero también se llama misa tradicional en latín o misa tridentina. Su nombre se debe a que surge a partir del Concilio de Trento, con el que se trató entre 1545 y 1563 de hacer una reforma litúrgica.

En esta misa, el sacerdote que la preside lo hace de espaldas al pueblo, esto quiere decir que actúa como guía de los asistentes para los que está celebrando la Eucaristía. En la forma actual, sin embargo, el cura mira a los presentes.

La lengua que se emplea en este acto es el latín combinada con la del lugar en que se esté celebrando. En las misas post Concilio Vaticano II se habla en el idioma local. Otra diferencia aparece en la manera de comulgar: mientras actualmente se puede recibir la Comunión tanto en las manos como en la boca, en las Eucaristías según el rito Romano Latino solo podrá hacerse en la boca.

También hay diferencias en el inicio y el final de la celebración: antes de comenzar, el sacerdote que las preside reza algunas oraciones, algo que actualmente no se practica; y al concluir, lee el prólogo del Evangelio según San Juan (en latín), cosa que tampoco se da en la actualidad.

Por otro lado, respecto a las plegarias, a día de hoy hay varias opciones y el sacerdote que la celebra escoge una, sin embargo, en la misa tridentina, solo existe una. Además, la oración 'yo pecador' se reza dos veces en lugar de una, como se hace actualmente.

La celebración de la misa de rito Romano Latino la preside solo un sacerdote y no participan en ella mujeres en el altar. Además, los sedevacantistas no están de acuerdo con que se rece públicamente por el Papa, algo que sí se practica en las formas post Concilio Vaticano II.