Día mundial del docente
Más del 30% de los docentes dicen que los insultos y la intimidación son su principal fuente de estrés
Dos de cada cinco profesores trabajan con indiferencia, casi 20 veces más que en 2007
El 47 % se mantiene en una posición neutral ante la posibilidad de abandonar la docencia, un resultado que contrasta con el del 78 % que se mostraba contrario hace quince años
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Más del 30 por ciento de los docentes (31%) confiesa que ser intimidado o insultado por los alumnos es su principal fuente de estrés. También este se dispara por otras cuestiones como adaptar las clases a los niños con necesidades educativas especiales (NEE), ... cuyo porcentaje es del 28% y la atención al bienestar y salud mental de los alumnos, con el mismo porcentaje anterior.
No es de extrañar, por lo tanto, que dos de cada cinco docentes (en concreto, un 38 por ciento) confiese vivir el trabajo con distanciamiento e indiferencia. Esta cifra era tan solo del 2% en 2007, lo que pone de manifiesto la gran caída del estado anímico de los docentes españoles, en concreto, 19 veces más que hace 15 años.
Son algunas de las conclusiones del informe 'El profesorado en España' de la Fundación SM con motivo del Día Mundial del Docente que se celebra este jueves y que asegura también que el trabajo con ilusión desciende del 32 % al 24 % y el cansancio aumenta del 2 % al 13 %.
«Lo que observamos en estos 15 años es que ha habido un trasvase notable hacia la distancia y la indiferencia. La hipótesis más evidente es que los profesores están poniendo una cierta distancia emocional como mecanismo de autodefensa ante una serie de problemas que escapa en algunas ocasiones a su rol como educadores», señaló durante la presentación del informe Ariana Pérez Coutado, coordinadora de Investigación y Evaluación Educativa de la Fundación SM.
Cuando se evalúa su estado de ánimo por antigüedad los autores reconocen que es «llamativo» que aquellos con menos experiencia, es decir, con hasta 10 años en la docencia viven su trabajo con mayor distanciamiento e indiferencia que los que tienen más años como docentes.
Estos sentimientos se dan en un 27% de los profesores que llevan entre 21 y 30 años de trabajo y en un 39%, entre los que 11 y 20 años de experiencia. Sin embargo, «hay que considerar que la ilusión que despierta lo nuevo suele estar acompañada de desconcierto», aclara el informe.
Entre el colectivo de docentes que llevan entre 21 y 30 años en la profesión, se encuentra el mayor porcentaje de ilusión, pero también de cansancio.
Cuando se compara a nuestros docentes con los de otros países (México, Brasil y Chile) son los españoles los que destacan por vivir su trabajo con mayor distanciamiento e indiferencia. «En consecuencia, el esfuerzo, a pesar de los problemas, es menor».
Otro dato relevante que se desprende del hecho de que dos de cada cinco docentes se sientan indiferentes es que «un 47 % se mantiene en una posición neutral ante la posibilidad de abandonar la docencia». Pero «lo más preocupante» es que en 15 años ha descendido en más de un 30% el porcentaje de docentes que no estarían dispuestos a dejar su profesión: «Ha pasado de un 78 a un 42%», agregó Pérez Coutado.
El estudio advierte de que la indiferencia que manifiesta el profesorado en la actualidad se acentúa entre los que llevan entre 21 y 30 años en la profesión, lo cual es esperable, al tratarse de una franja de edad a la que le quedan lejanos tanto el comienzo como el final de su carrera profesional.
Por todo ello, «no sorprende que mantener la motivación sea uno de los aspectos que representa más dificultad en el desarrollo de la tarea docente, junto con la administración del tiempo para cumplir con la programación y la dificultad para interesar al alumnado», apunta el informe.
Además, uno de cada tres docentes ha experimentado falta de ilusión, apatía o pérdida de interés y dos de cada cuatro han padecido ansiedad y depresión. El agotamiento físico y mental alcanza a un 37%.
Valoración del profesorado
Otro aspecto que ha evaluado el informe es si se sienten valorados. Un 56% se considera indiferente ante la valoración por parte de la sociedad, un por centaje que sube al 58% en el caso de la valoración de la administración educativa pública.
«Hace quince años, el profesorado se posicionaba claramente en contra de la falta de valoración que experimentaba tanto por parte de la sociedad (81%) como por parte de la administración (67%)».
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