La dirección del Medusa Festival admite que había salidas obstruidas: «Estamos destrozados»

El juzgado nº 4 de Sueca ha iniciado una investigación para esclarecer lo que ocurrió y si hubo fisuras en el plan de montaje de la escenografía afectada. El recinto está inhabilitado y el Festival cancelado: «Tomamos la decisión precisamente por respeto a las familias de los afectados y porque las previsiones meteorológicas no son las más convenientes para su continuidad», explica Mila, miembro de la dirección.

Muchos de los asistentes han denunciado la falta de previsión y el desorden que sufrieron para abandonar las instalaciones. Desatendidos, dicen que no pudieron usar las salidas de emergencia. En conversación con ABC, los responsables del festival explican que, en efecto, algunas estaban inutilizables «porque parte de las estructuras que cedieron estaban precisamente en este punto» pero que la evacuación se hizo cumpliendo con el protocolo preparado en una junta de seguridad en la que participaron miembros del juzgado nº4 de Sueca, la Delegación del Gobierno y los máximos responsables de la empresa de montaje: «Para nosotros es muy importante la seguridad de las personas que acuden a nuestros festivales. Nos empleamos a fondo para ello. Por eso, queremos aclarar que por nuestra parte estaba todo correcto», sostienen.

Otro de los puntos que han denunciado muchos de los asistentes es que no se usó la megafonía para explicar lo que estaba sucediendo y dar indicaciones concretas para poder salir del recinto: «Es cierto que no se usó, pero fue para proteger a la gente. Quisimos que hubiera calma y, por suerte, no cundió el pánico».

Andreu Piqueras, director del Medusa, está colaborando activamente con las autoridades: «Queremos esclarecer lo que ocurrió y, en cualquier caso, depurar responsabilidades si fuera necesario. Además, nosotros tenemos un seguro en regla y todo por nuestra parte está correcto». En comunicación directa con los afectados, Piqueras confiesa estar muy afectado por todo lo sucedido y se ha puesto a disposición de las familias: «Estoy destrozado y apenas tengo fuerzas para hablar», dice a este diario.

La dirección del festival se defiende también de las informaciones que señalaban que, horas antes de iniciarse la primera de las jornadas, recibieron un aviso meteorológico que apuntaba a fenómenos adversos en la zona: «Esa misma mañana se nos informó de que había una ola de calor, que subirían mucho las temperaturas y trabajamos en ello para garantizar el máximo confort de los asistentes. Pero no es cierto que se nos advirtiera de que este reventón podría suceder. No sabíamos que iba a ocurrir», afirman con contundencia.