Defensa atribuye a un meteoroide el cuerpo que sobrevoló España y dice que nunca hubo alerta de misil
El Ejército del Aire y del Espacio concluye que no era ni un misil balístico ni un satélite de Elon Musk por la llamarada que emitió el objeto
El CSIC descarta que el cuerpo que ha sobrevolado España sea un misil balístico y apunta a la reentrada de un objeto artificial
Un meteroide que rozó la atmósfera provocando una gran llamarada, y en ningún caso un misil balístico y tampoco un satélite de Elon Musk. Esa es la conclusión a la que ha llegado el Ejército del Aire y del Espacio sobre el objeto que ... este fin de semana sobrevoló parte de la Península Ibérica.
Así ha reaccionado el Ministerio de Defensa al revuelo generado este fin de semana por la alerta provocada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) sobre el bólido detectado la noche del viernes al sábado, que en un primer momento dijo que podía tratarse de un misil balístico y después atribuyó a la reentrada de un objeto artificial en la órbita terrestre.
El Centro de Operaciones de Vigilancia Espacial (Cove) es el centro del Ejército del Aire encargado del seguimiento y alerta de cualquier objeto que pueda atravesar la atmósfera. Y en este caso, aseguran, ni siquiera lo tenían catalogado porque su tamaño no suponía una amenaza. Así se lo han explicado este lunes a la ministra de Defensa, Margarita Robles, en una visita al Cove en la base aérea de Torrejón de Ardoz, en Madrid.
El jefe del Cove, el teniente coronel jefe del coche Manuel Olmos, ha asegurado que la teoría del misil avanzada por el CSIC se descartaba con la mera visualización de las imágenes de la llamarada, ya que no reunía ninguna de sus características. De hecho, el CSIC forma parte del protocolo de alerta de objetos y en este caso no canalizó el aviso por ese medio. El jefe del Mando del Espacio, el general Isaac Manuel Crespo, ha atribuido, la alerta a «una persona» del CSIC y no al centro en su conjunto.
Tampoco contempla que el objeto fuera un satélite de la compañía Starlink del magnate Elon Musk, ya que el que se tenía monitorizado ni siquiera sobrevoló la Península y entró en la atmósfera cerca de la costa este de Estados Unidos, seguramente desintegrándose al atravesarla.
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