Decenas de canales abiertos en Telegram dispensan de modo irregular anabolizantes

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Érika Montañés

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Los estupefacientes se venden entre público cada vez más joven, pero, sobre todo, han irrumpido con fuerza en otro escenario: decenas de canales de Telegram que están completamente abiertos a cualquier usuario y donde el administrador ofrece todo tipo de sustancias para que el usuario se ponga en forma de manera exprés. Un anabolizante es una sustancia que favorece el crecimiento de los tejidos, por lo que la toma de estas sustancias hipertrofia los músculos con celeridad. En varios estudios se fija en un 10 al 30% la tasa de varones que han utilizado alguna vez estos productos con los que sustituyen las horas de pesas.

Entrenadores, personal de gimnasios y otros 'camellos' los dispensan ilegalmente en locales, pero, según lo acreditado dentro de varios de estos foros de internet, ya no es la práctica habitual. El mercado alemán es un buen proveedor de estupefacientes. Pedir unos viales resulta más fácil que encargar una pizza a domicilio.

De un «paseo» por estos foros «sales» con productos orales de todo tipo, inyectables de testosterona, el peligroso SARMS o las llamadas 'gotas mágicas' (medicamentos «en experimentación» que se consumen por vía oral y modulan los receptores androgénicos del 'huésped' que los consume) con promesas de resultados tentadores e imposibles. El 'target' es predominantemente masculino. El usuario también sale con la moral por las nubes gracias a los ánimos de proveedores que te dispensan la droga desde Alemania y Brasil (dos de los foros más conocidos) y te facilitan, con un logo falsificado de laboratorios farmacéuticos inexistentes, un listado de productos y sus precios. Hay más de treinta para elegir.

La procedencia de estas pastillas ni se pide ni se acredita. «Te la juegas», interactúa Juan José, un usuario con una fe ciega en que sus ya hipermusculados brazos se transformen en pocos días. Los precios por los que se ofrecen no son bajos, van desde 55 euros las diez dosis de nandrolona; 70 las ampollas de Tremilad; 40 el inyectable básico de testosterona. La gente cuelga sus imágenes y refleja su satisfacción al recibir los envíos. Ninguno reporta daños en el organismo. Alguno publica imágenes de su cambio.

En España este dopaje está prohibido para los deportistas profesionales y desde que el ciudadano no puede tomarlo sin receta, se hace poniendo en riesgo la salud.

El consumo en grandes dosis puede provocar fallos renales, problemas cardiovasculares e impotencia, pues el cuerpo no tiene la capacidad de procesar grandes cantidades de estas hormonas.