Una cría de foca irrumpe en un bar de Nueva Zelanda y se refugia debajo de un lavavajillas

El animal fue capturado y devuelto a su hábitat natural

Un mapache entra en una licorería cerrada, destroza decenas de botellas y se emborracha a base de whisky

La foca durante uno de los momentos de la persecución Instagram/@sprigandfernthemeadows

Cuando una pequeña cría de foca atravesó contoneándose el umbral de la cervecería artesana de Bella Evans en la localidad neozelandesa de Richmond, la hostelera apenas le prestó atención. El local admite la entrada de animales, y creyó que se trataría del perro ... de alguno de los clientes.

La sorpresa llegó cuando, al observar de cerca al visitante, la mujer se percató de que se trataba, en realidad, de una pequeña foca. «Todos estaban en shock», ha declarado Evans al diario británico 'The Guardian', al que ha relatado cómo los empleados y los consumidores intentaron atrapar a la criatura tras su incursión el pasado domingo.

Para capturar al animal, un cliente recurrió a un jersey e intentó sacar a la foca por la puerta trasera, tal y como se observa en los vídeos de las cámaras de seguridad. Todo en vano. La criatura esquivó a sus perseguidores y corrió a un baño antes de esconderse bajo un lavavajillas, que fue rápidamente desenchufado.

Otro cliente llevó una jaula para perros de su casa, y Evans ideó un plan para sacar al visitante de su escondite con un ingrediente de la pizza especial que el pub ofrecía. «Simplemente fui a ver a mi prometido y le dije: '¡Coge el salmón! ¡Coge el salmón!'».

Tras capturar al animal, Evans avisó a los agentes del Departamento de Conservación de Nueva Zelanda (DoC), que no tardaron en llegar. Al parecer, llevaban horas detrás de la foca, después de haber recibido tres llamadas más para avisar de la presencia de la criatura en lugares insólitos antes de refugiarse en el pub.

Poco después, el propio bar compartió a través de sus redes sociales lo ocurrido con el animal junto con un vídeo: «Hoy hemos tenido una visita inesperada y muy tierna en el pub... ¡Una cría de foca! Entró sola para echar un vistazo y se convirtió en el centro de atención».

En Nueva Zelanda existe lo que sus habitantes definen como «la temporada tonta» de las focas y los leones marinos, que dura normalmente entre mayo y septiembre. En ese periodo, estos animales campan a sus anchas por todo tipo de lugares, desde aparcamientos hasta tiendas, pasando por patios y carreteras.

El propio Departamento de Conservación publicó el martes un mensaje en el que alertaba a los usuarios de la proliferación de estos animales en diciembre. «Salen a la superficie y aparecen en las playas, las carreteras, los campos de golf... Básicamente, en cualquier lugar donde les apetezca pasar el verano», advertían.

«Las hembras preñadas buscan lugares seguros para dar a luz, lo que significa que se adentran más en el interior para alejarse de los machos territoriales y agresivos. Muy pronto, las crías también empezarán a explorar y aparecerán en los lugares más insospechados», informaban, además de proporcionar recomendaciones sobre cómo comportarse.

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