Los colegios de Baleares podrán impartir dos asignaturas en español el próximo curso

En el siguiente curso, el 2025-2026, el plan se extenderá a la ESO y se ofrecerá la opción de escoger lengua en Matemáticas y Geografía e Historia. Además de en una asignatura del ámbito científico, entre Biología y Geología, o Física y Química, o Tecnología, dependiendo de los itinerarios. No obstante, siempre garantizando que el 50% de horas lectivas sean en catalán.

El conseller de Educación, Antoni Vera, va desvelando a cuentagotas cómo se aplicará el derecho de las familias a la libre elección de lengua. Una medida que se incluye en el acuerdo de investidura entre PP y Vox, y que genera, por un lado, una fuerte resistencia entre el sector docente catalanista que reclama mantener un modelo de inmersión lingüística, y por otro, abre la esperanza a las familias que huye de la imposición del 100% de catalán.

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A petición propia, Vera compareció este jueves en el parlamento balear para dar algunas claves de su plan que, pese a ser voluntario y no cambiar «ni una coma» la normativa educativa vigente y respetar la autonomía de los centros, ya tiene a los sindicatos educativos en contra. De hecho, los representantes de las principales organizaciones sindicales acudieron en masa a la cámara balear para seguir las explicaciones del conseller y mostrar su rechazo, algunos con camisetas verdes, lo que obligó a habilitar una sala adyacente.

Aunque Vera no aclaró cómo podrán elegir lengua los padres, defendió a capa y espada este plan, cuyos flecos aún se tienen que negociar con los representantes de la comunidad educativa, tanto docentes, como equipos directivos, familias, alumnos y asociaciones. Quedan por definir, por ejemplo, los requisitos que tendrán que cumplir los centros para adherirse al plan de libre elección de lengua. De momento, podrán acogerse los centros públicos, a través del Consejo Escolar y con el visto bueno del claustro de profesores, mientras que necesitarán el aval de la titularidad del centro en el caso de los centros concertados.

En cualquier caso, «todos tendrán total y absoluta libertad para hacer lo que consideren», insistió el conseller, reprochando a la oposición que esté dando a entender que lo que se va a aplicar es «una inmersión lingüística en castellano». En realidad, el catalán seguirá teniendo más peso en el horario, en virtud del Decreto de Mínimos, que garantiza el 50% de clases en catalán.

El titular de Educación plantea que los alumnos puedan estudiar estas dos materias en castellano o catalán haciendo desdoblamientos o grupos flexibles. Una fórmula que los defensores de la inmersión lingüística llaman «segregación». Por eso, el titular de Educación pasó al ataque contra los partidos de la oposición y los sindicatos educativos que insisten en la segregación y desveló que más de 8.700 alumnos estudian una asignatura en catalán o en una lengua extranjera, gracias a un plan lingüístico impulsado por el anterior gobierno de la socialista Francina Armengol.

La pregunta del conseller fue obvia: «¿Si estos alumnos pueden hacer desdoblamientos para estudiar en inglés las matemáticas y no lo consideran segregación, por qué lo es para estudiar en castellano? ¿Entonces a estos alumnos se les ha segregado o no?», planteó Vera, insistiendo en que él «no veía la diferencia». La tesis soliviantó a la oposición y la dejó sin argumentos. Aun así el PSOE y los nacionalistas de Més siguen insistiendo en que dar dos asignaturas en castellano es un «ataque contra el catalán» y que los alumnos no aprenderán bien las dos lenguas.

A partir del próximo curso también se podrá elegir la lengua de primera enseñanza, es decir el derecho a las familias a escolarizar a sus hijos en catalán o castellano en Infantil y en primero y segundo de Primaria. Se trata de un derecho que se recoge en la normativa actual y que no se ha aplicado de forma efectiva. Durante las dos legislaturas anteriores, Armengol impidió la elección de lengua a los padres imponiendo una casilla en los formularios de matrícula en los que les obligaba a acatar el proyector lingüístico del centro. Si no lo hacía, el niño no se matriculaba. Si el padre se quejaba posteriormente, el gobierno de izquierdas alegaba que había aceptado el proyecto lingüístico y no tenía derecho a quejarse.

La libre elección de lengua en esta etapa «no es un invento del Gobierno balear», apuntó Vera, recordando que está reconocida en la normativa actual y «las familias deberían poder hacerlo efectivo». Aun así, no quedó claro que se pueda aplicar en todos los centros ya que se habló de sólo en aquellos donde «sea posible, respetando el ritmo de implantación de acuerdo con el criterio pedagógico de los profesionales».

Mientras el conseller daba explicaciones en el Parlamento balear, la Assemblea de Docents, la plataforma asamblearia de profesores que movilizó a la marea verde contra el trilingüismo del PP en la anterior legislatura hace diez años, decidía reactivarse. Tras siete años inactiva -prácticamente las dos legislaturas de Armengol- los docentes de ideario catalanista vuelven a llamar a la movilización en los centros educativos contra el uso del castellano en la educación. El aviso que repiten es que «la lengua no se toca». .