Los casos de tuberculosis repuntan en España por primera vez en una década

El año pasado, 211 diagnósticos fueron declarados como importados, siendo Cataluña la comunidad autónoma con más casos de tuberculosis pulmonar. Le siguieron Galicia y País Vasco. A la cola, Asturias, Andalucía, Castilla La Mancha y Extremadura.

Del total de casos en España, 199 casos se dieron en menores de 15 años, un dato preocupante debido a la vulnerabilidad de este grupo de edad. A diferencia del adulto, un menor infectado presenta síntomas más graves y más riesgo de contraer tipos de tuberculosis potencialmente mortales como la miliar o la tuberculosis meníngea.

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En el 86,76% de los casos reportados en 2022, se contaba con datos del lugar de nacimiento, siendo que el 46,84% de estos individuos nacieron fuera de España. Se registraron un total de 72 nacionalidades diversas, no obstante, el 68% de los casos con origen fuera de España se concentran en nueve países en particular. Los grupos más numerosos corresponden a individuos nacidos en Marruecos (320), seguidos de Rumanía (136) y Perú (119).

El mayor número de casos se produjo en hombres (2.363, el 63,6% del total), con una media de 10 afectados por cada 100.000 varones y 5,59 casos por cada 100.000 mujeres. La media de edad para ambos sexos se encuentra en los 46 años.

Respecto a las tasas específicas por edad y sexo en 2022, en mujeres las incidencias más elevadas correspondieron a los grupos de edad entre 25 y 34 años y 35 y 44 años. En hombres, los grupos de edad que presentaron una mayor notificación de casos fueron los mayores de 85 años y aquellos con edades comprendidas entre los 75 y los 84 y los 25 y los 34 años.

La tuberculosis es una enfermedad infecciosa causada por una bacteria llamada Mycobacterium tuberculosis. Esta dolencia afecta principalmente a los pulmones, pero también puede afectar otros órganos del cuerpo. La tuberculosis se propaga de una persona a otra a través del aire cuando una persona infectada tose, estornuda o habla, liberando pequeñas partículas de saliva que contienen las bacterias.

Cuando una persona se infecta, su sistema inmunológico generalmente trata de combatir la infección. En algunos casos, el sistema inmunológico puede controlar con éxito la bacteria, lo que se llama infección latente. Se estima que una cuarta parte de la población mundial tiene infección tuberculosa latente. Personas que aún no han enfermado —y puede que no lo hagan nunca— ni pueden transmitir la infección. Sin embargo, tienen un riesgo del 10% de desarrollar la enfermedad a lo largo de su vida.

El 90% de las personas que se infectan de tuberculosis desarrollan una respuesta inmunitaria suficiente para evitar el desarrollo de la enfermedad, y los bacilos permanecen en estado latente (es lo que se conoce como pacientes con prueba de tuberculina positiva, pero que no han desarrollado la enfermedad). En el otro 10%, la infección causa enfermedad y se producen manifestaciones clínicas.

En otros casos, la bacteria no se puede controlar, lo que provoca la tuberculosis activa, la enfermedad como tal. Los síntomas pueden incluir tos persistente, fiebre, pérdida de peso, fatiga y sudoración nocturna.

Afortunadamente, existen medicamentos eficaces para tratarla. De hecho, hay una vacuna española que está dando muy buenos resultados, la MTBVAC. En un ensayo que se realizó con recién nacidos se reveló que es capaz de estimular mejor el sistema inmunulógico que otras. Durante 2022 se ha probado con más de 7.000 menores en África, y actualmente es la mayor esperanza que se tiene para erradicar la enfermedad

La vacunación con la vacuna BCG también es una medida preventiva utilizada en algunos lugares para reducir el riesgo de infección en niños, aunque su eficacia en la protección contra la tuberculosis pulmonar en adultos es limitada.