Bruselas prorroga el uso del polémico glifosato durante diez años

La Comisión Europea pide que la sustancia se excluya de parques y jardines públicos

La agricultura europea se juega su futuro con la prórroga del glifosato

Agricultor rocía pesticida en un arrozal ABC

Enrique Serbeto y Isabel Miranda

Corresponsal en Bruselas

La Comisión Europea acaba de anunciar que ha decidido renovar la autorización para usar en la Unión Europea (UE) herbicidas a base de glifosato durante los próximos diez años. Ante la pertinaz falta de acuerdo entre los países, que no han podido formar ... una mayoría ni para prohibir esta polémica sustancia ni para declararla inocua, el Ejecutivo comunitario ha optado por aprobar esta prórroga de 10 años, aunque bajo «nuevas condiciones y restricciones».

El glifosato es el herbicida más utilizado en la UE. La inmensa mayoría de los agricultores defienden su utilización, mientras que muchos grupos de presión ecologistas denuncian que tiene efectos negativos para la salud y lo consideran como un elemento potencialmente cancerígeno. Sin embargo, los estudios científicos que ha hecho la Comisión Europea no han logrado demostrar una peligrosidad evidente.

La autorización para su uso caducaba el 15 de diciembre, por lo que era necesaria una decisión sobre si los agricultores pueden utilizarlo o no, antes de esa fecha. En el Comité Permanente de Vegetales, Animales, Alimentos y Piensos (Scopaff), que es el organismo que aconseja a la Comisión en este campo, los países estaban convocados para una votación hoy mismo, en la que no han variado las posiciones y no ha sido posible lograr un consenso mínimo ni en un sentido ni en otro. Finalmente, este bloqueo parece complacer a todos, puesto que en el fondo todos tienen dudas sobre el coste y los beneficios de prohibirlo o de utilizarlo. España se ha manifestado a favor de seguir utilizando el producto. Y en caso de bloqueo como este, las reglas comunitarias prevén que sea la Comisión la que tome la decisión que los gobiernos nacionales no han sido capaces de acordar.

Por ello, en el comunicado que ha publicado este jueves, se dice que «la Comisión, en colaboración con los Estados miembros de la UE, procederá ahora a renovar la aprobación del glifosato por un período de diez años, sujeto a nuevas condiciones y restricciones». Entre estas condiciones figura la recomendación de intentar usar métodos alternativos «con menos impacto sobre la biodiversidad» cuando sea posible y que fuera del ámbito agrícola su uso «se reduzca al mínimo o se prohíba en zonas sensibles como parques y jardines públicos, terrenos deportivos y recreativos, recintos escolares y zonas de juegos infantiles, así como en las proximidades de centros sanitarios».

Además, la propuesta de la Comisión Europea incluye otras garantías como el establecimiento de «franjas de protección» alrededor de los terrenos donde la sustancia química sea utilizada. También impulsa la utilización de equipos que reduzcan drásticamente la «deriva de la aspersión» fuera del objetivo y prohíbe su uso como desecante antes de la cosecha.

Los agricultores pedían que la renovación fuera por 15 años, como marcan las normas europeas. «No existe ninguna alternativa equivalente a este herbicida y, sin él, muchas prácticas agrícolas, especialmente la conservación del suelo, se volverían complejas, dejando a los agricultores sin soluciones o con alternativas que consumen aún más herbicidas», ha declarado la asociación del sector Copa-Cogeca. Pero la Comisión finalmente ha optado por una renovación de una década ante la intensificación de la investigación sobre el glifosato de los últimos años y la posibilidad de que se produzca nuevo conocimiento sobre sus propiedades.

Por su parte, las organizaciones ecologistas han lamentado la decisión de Bruselas. «Se ha perdido una oportunidad histórica para liderar una transición justa hacia una agricultura libre de agrotóxicos», dijo WWF en un comunicado. «Lamentamos esta decisión que pone en peligro la salud de la ciudadanía y del planeta. Y que, más aún, arriesga el cumplimiento de los objetivos del Pacto Verde Europeo para el sector agrario, y que la transición agroecológica se haga de una forma justa», dijo Celsa Peiteado, responsable del programa Alimentación Sostenible de WWF.

Ahora, los Estados miembro deben decidir la autorización de los productos fitosanitarios que contienen glifosato, como últimos responsables en sus territorios. Es decir, los países podrán restringir su uso a nivel nacional y regional si lo consideran necesario.

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