Avistamientos de ovnis en España: el Gobierno tiene registrados, como mínimo, 80 fenómenos sospechosos

La corroboración, esta misma semana en la primera reunión pública de la agencia norteamericana sobre esta cuestión, de que los ovnis existen no ha hecho más que alentar las conjeturas sobre ellos para los aficionados a la ufología. Durante el encuentro se ha hecho patente que la duda sigue siendo que los ovnis tengan un origen extraterrestre y que necesitan más evidencias «datos de alta calidad» para continuar indagando en la cuestión.

En este sentido, los avistamientos que vengan próximamente pueden ser cruciales para ayudar a desvelar los secretos de los ovnis. También los registrados hasta ahora pueden aportar nueva información a las investigaciones, y en este sentido España puede aportar varios fenómenos extraordinarios, ya que el territorio español ha vivido experiencias, como mínimo sospechosa, de formas, luces u objetos volantes que han hecho pensar en alguien de otro planeta.

El Ministerio de Defensa, en efecto, tiene desde hace décadas un registro de experiencias relacionadas con fenómenos extraños registrados en España y en 1991 decidió desclasificar los documentos dado el interés público. Según los últimos datos conocidos, hace poco más de medio año, existen hasta 80 avistamientos sospechosos detallados.

El último de ellos se ubica en Morón de la Frontera (Sevilla), en febrero de 1995. Allí un piloto del Ejército del Aire vio un objeto ovalado volando que desapareció a gran velocidad. Se acabó deduciendo que era un helicóptero que había estado chequeando la vuelta ciclista a Andalucía.

Antes, ya habían existido otras experiencias similares. El primer fenómeno fue muy chocante: en 1962 en la localidad murciana de San Javier, en una misma semana se vieron en varias ocasiones intrigantes luces con «movimientos laterales y verticales». Después de proceder a varias investigaciones, Defensa lo atribuyó a un «fenómeno no explicable».

Uno de los más mediáticos, sin embargo, fue el de Manises (Valencia). El episodio fue tan extraordinario que incluso un avión realizó un aterrizaje de emergencia, alertado porque creía que una luz le estaba persiguiendo, y un caza del Ejército salió en busca del objeto no identificado. El aeropuerto también quedó durante horas cerrado.

No menos rocambolesco fue el caso de Fuerteventura (Canarias) en junio de 1976. Allí, una embarcación de la Armada vio una luz intensa que salía de la isla y que acabó formando un halo circular, que desapareció tras tomar una forma de espiral.