El calor extremo deja sin cubitos a los bares y obliga a racionar el hielo en el supermercado
Los fabricantes de cubitos encuentran dificultades para satisfacer la sobredemanda producida por las altas temperaturas
La vuelta del turismo extranjero dispara el alojamiento rural
Una camarera sirve una copa en un bar de Valencia
Ante el calor extremo que asola nuestro país durante el verano, nada resulta más apetecible que pedir una bebida bien fría. El verano llena las terrazas de los bares de sangrías y tintos de verano en vasos llenos de cubitos y los cafés se ... piden con hielo. Sin embargo, en algunos puntos de nuestro país está habiendo problemas de desabastecimiento.
Faltan cubitos en España y el culpable, como no podría ser de otra manera, es el calor extremo. Las altas temperaturas nos empujan a salir a tomar algo más a menudo y, como es lógico, el consumo se incrementa.
Se pide más del que da tiempo a fabricar y esta sobredemanda provoca que se estén produciendo roturas de stock en algunos fabricantes y distribuidores, provocando la escasez.
En verano es cuando más se consume
Por ejemplo, en Asturias empiezan haber problemas con el suministro de hielos en la hostelería y las tiendas de alimentación. Desde OTEA, la asociación de hostelería y turismo asturiana, informan que empiezan a faltarles bolsas de hielo a algunos locales.
La buena temporada turística, que esperan que alcance los niveles de antes de la pandemia, está incrementando los problemas de distribución en el Principado, algo que se replica en otros puntos del país.
Además, allí tienen mucho arraigo las fiestas de 'prao', las verbenas que se celebran en al aire libre, donde el consumo de cubitos se realiza siempre con el que proporcionan los fabricantes. El verano aumenta las fiestas populares, los festivales de música y el consumo en lugares donde el hielo que se consume es el que se fabrica. El sector de los cubitos realiza el 70% de sus ventas en los cuatro meses del verano.
También están sufriendo esta escasez por la sobredemanda los supermercados. Algunos establecimientos que venden al público general han tenido que racionar la venta de bolsas de cubitos de hielo, limitando el número que se pueden adquirir por persona.
Mercadona, por ejemplo, solo deja adquirir cinco bolsas (un saco) por persona, tal como ha hecho saber a través de Twitter ante las protestas de varios usuarios.
Un problema que comenzó en abril
La sobredemanda de cubitos, además, no es algo de las últimas semanas. Antonio Serrano, director para España y Portugal de Procubitos, el mayor fabricante de hielo en este formato en Europa, señala que el problema comenzó en abril.
El incremento de los precios de la luz ha llevado a algunos fabricantes a reducir las cantidades de cubitos almacenadas, ya que requieren de un gran gasto en energía. Pero el principal problema son las altas temperaturas que se están sufriendo desde abril, que han incrementado el consumo.
Por ejemplo, Serrano cuenta que ellos fabrican el hielo que se demanda en los meses de julio y agosto con suficiente antelación, y que en mayo ya tienen prácticamente el verano hecho. Sin embargo, este año, el calor llevó a que en ese mismo mes se hubiera agotado: «Se está consumiendo todos los meses como si fuera julio». Señala en broma que, por primera vez, el sector del hielo está deseando que llueva para que den un respiro a la fabricación.
España, un país de cubitos
España es un país de cubitos. Se consume, en términos absolutos, casi el doble de cubitos que la mayoría de países de Europa juntos. Siempre ha habido mucha 'cultura de hielo': el cubata siempre se ha tomado con cubitos. En otros países, no se valora tanto o se ha consumido hielo picado o en otros formatos.
Aquí siempre se ha valorado mucho el buen hielo. La hostelería que quiere alcanzar cierto nivel siempre ha preferido el fabricado por las empresas especializadas. Serrano resalta que los estándares de calidad en España son muy exigentes y que se requiere incluso que tengan una medida determinada: «Si no cumples, te lo devuelven. El hielo es mucho más que agua congelada».