Los hosteleros ven inevitable un alza de los precios hasta ahora «moderada»

Defienden que es «imposible» asumir toda la subida de los costes de las materias primas y de la energía porque hacerlo les llevaría «a la quiebra»

Terrazas en la Plaza Mayor de Valladolid ICAL

Valladolid

17/07/2022
Actualizado a las 17:47h.

Difícil asumir del propio bolsillo la desmesurada subida de costes de materias primas y suministros sin irse a la «ruina». Así resumen los hosteleros de Castilla y León su actitud ante una desbocada inflación que ha llevado a que muchos hayan tenido ya que ... revisar sus precios al alza para no verse obligados a bajar la persiana. «El 90 por ciento de los negocios los han subido», explica el presidente de la asociación que agrupa a este sector en Salamanca, Jorge Moro, para quien es «imposible» que no se repercutan los incrementos que llevan padeciendo meses en los consumidores. «No hacerlo nos llevaría a la ruina», asegura convencido, cuando ha visto crecer su factura de la luz en casi 800 euros en los últimos tiempos a la vez que cada vez eran más los costes salariales.

Y eso que no se ha repercutido todo, expresa, respondiendo así al director general de Turismo, Ángel González Pieras, quien el pasado jueves les pidió que «no haya una traslación directa e importante de los costes de tal manera que se penalice la demanda». «Estamos ante un verano especial, con unas ganas de gasto muy importante», remarcó, antes de demandar que «no matemos, por favor, a la gallina de los huevos de oro». Y previsiblemente y de forma general no se hará de cara a este verano porque ya han sido la inmensa mayoría de los negocios los que han decidido incrementar los precios. «Otra cosa será cuando llegue el otoño», vaticina el presidente de los hosteleros de León, Óscar García.

Trabajar a «pérdidas»

Él los ha subido en una ocasión este año en su bar de copas. «Pero a mí el coste de la cerveza me lo han incrementado hasta en tres ocasiones», relata. Por eso, «algo se ha tenido que repercutir», manifiesta y defiende que muchos de sus compañeros lo hayan hecho también, pese a que es consciente de que «no se puede subir de forma desorbitada porque el consumidor dejaría de venir».

«Lo que no podemos hacer es trabajar a pérdidas», insiste, antes de asegurar que los datos que recoge la asociación estatal respaldan la tesis del sector de que en Castilla y León el alza de los precios ha sido «muy moderada» en comparación con las zonas turísticas de costa. Así, en la Comunidad en lo relativo a los bares y la restauración se ha repercutido un 5 por ciento, cuando el «IPC lo ha hecho en un 10,2 por ciento».

Así que los beneficios son ya muy ajustados y ven inasumible cargar sobre sus hombros todo el peso del incremento de los costes. «Ha subido todo», remarcan, y se sienten incluso «desamparados» por las administraciones públicas. Algunas de las ayudas ya comprometidas «no han llegado todavía» y varias de las que se han anunciado recientemente no están destinadas a sus establecimientos.

Además, no ha sentado demasiado bien que desde la Junta se les pida que «se aprieten más el cinturón» después de que su cuenta de resultados no pase aún por su mejor momento por los escollos que les supuso la pandemia. «Han sido los primeros en subirse los sueldos», critica el presidente de Valladolid, Jaime Fernández, quien insiste en que se cumplan las ayudas y se apoye al sector desde lo público si se piden más sacrificios. «El aceite nos ha subido un 60 por ciento y la luz, un 70», recuerda, así que «es imposible» no subir precios porque «tendríamos que cerrar».

Poco alentador se presenta el verano par él. «Hay mucha gente que se queda en casa porque la cosa está muy difícil», considera y así su trabajo es más complicado. «Vamos viendo en el día a día», asegura descartando hacer cualquier previsión de futuro. A la expectativa están también los hoteles, que, al igual que la restauración o los bares, señalan haber tenido ya que traspasar parte de los costes en lo que cobran a sus clientes por sus servicios. «Y en Castilla y León hemos sido más moderados que el resto», responde la presidenta de la Asociación de Hoteleros de la Comunidad, Piedad Sánchez. «El precio de los hoteles no va a provocar una bajada de la demanda», indica convencida, antes de argumentar que las subidas se han aplicado en todos los sectores. «Nosotros no podemos ser ajenos», manifiesta al recordar que, además, los hoteles se rigen por la «oferta y la demanda».

También habrá «ajuste» en los precios en el turismo rural, manifiesta el presidente de la Asociación regional Ararcyl y la agrupación de Valladolid, Luis Chico. «Tenemos que afrontar la subida de los carburantes, de la electricidad para los aires acondicionados y las piscinas», detalla. Y por ello ya se han producido distintas subidas en los precios en función de cada alojamiento que van, según explica, del 5 al 10 por ciento.

Así que descarta que tengan que asumir de su bolsillo unos costes que se suman a haber estado «un año cerrados durante la pandemia». «No podemos hacer frente a eso con el pequeño beneficio que tenemos ahora», reivindica, tras pedir que se proteja al sector turístico más que pedirle que se apriete más el cinturón.