«Venimos a agradecer el gran don de la familia»
Emilio y Rosa viajaron ayer desde Oviedo, junto a sus cinco hijos, para participar en la celebración eucarística de hoy en Colón
«Venimos a la misa de Colón como un gesto de agradecimiento al Señor, que nos ha regalado el don de la familia». Con estas sencillas palabras explicaban ayer a ABC Emilio y Rosa Fernández Lagar la travesía que han decidido emprender este fin de ... semana para asistir junto a sus cinco hijos a la celebración Eucarística que tendrá lugar este mediodía en Madrid.
Salieron de Oviedo ayer muy temprano y con temperaturas bajo cero en tres autobuses fletados por las comunidades del Camino Neocatecumenal de Asturias, Oviedo, Gijón y Avilés. «Cuando nos enteramos de la convocatoria -señaló- se lo dijimos a nuestros hijos y decidimos venir todos juntos». Sin embargo, la alegría de Emilio ayer era doble no sólo por poder asistir a esta solemne ceremonia litúrgica, sino porque después de varios años los Fernández Lagar volvían a estar todos juntos. Y es que, Jorge, su hijo mayor, de 22 años, había vuelto a casa por Navidad después de que hace dos años partiera a India para seguir sus estudios en el seminario Redemptoris Mater de Bangalore, al sur del país. «Poder estar toda la familia junta -indicó- siempre es una experiencia entrañable y para los hermanos el hecho de que Jorge se forme para ser sacerdote es un testimonio de vida». A Jorge le siguen Javier, de 21 años, fisioterapeuta; Cristina, de 19, en segundo de Magisterio; Juan, de 16 años, y Carlos de 10.
«Venir todos juntos, en familia es lo más normal del mundo y no supone ningún esfuerzo», afirmó Emilio, pese a pasar la noche en una modesta casa de Ejercicios Espirituales y de que su estancia en Madrid no se prolongará más de 24 horas. Y es que hoy, al finalizar la misa, está previsto que estas 150 familias asturianas emprendan el camino de regreso a casa para poder comenzar mañana a primera hora su habitual jornada laboral.
Lo que a simple vista pudiera parecer una locura, en una sociedad donde priman las prisas, esta familia sabe que hay que estar: «La familia es la escuela principal de la vida».
Apoyo y comunión
«En la familia se encuentra el apoyo y la comunión, vivimos la experiencia de perdonar y ser perdonados, de salir de nosotros mismos para vivir para los demás. Por eso hay que manifestar a la gente la Verdad y anunciar a Jesucristo», afirmó este padre de familia, quien reconoce que entre los problemas más graves que afronta esta institución en nuestro país se encuentra «la falta de respeto hacia la vida, el hecho de considerar matrimonio a cosas que nada tienen que ver con éste, el divorcio exprés y el vivir el presente sin visión de futuro». «Esta forma de ver la vida -añadió- trae cosas como la eutanasia. Siempre es un problema grande si no se vive en la dimensión del amor».
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