Inglaterra podría empezar su programa de vacunación contra el Covid-19 en apenas diez días

Pese a que el Gobierno había anunciado en una guía publicada en septiembre que en su lista de personas prioritarias para recibir la inmunización estaban en primer lugar los ancianos que viven en residencias así como el personal que trabaja en ellos, las fuentes de The Guardian explicaron que los primeros en recibirla serían los propios trabajadores sanitarios , lo que provocó el enojo del sector asistencial, que se siente «traicionado». En segundo lugar aparecían los mayores de 80 años y los trabajadores hospitalarios.

Martin Green, director ejecutivo de Care England, que representa a los proveedores de residencias de ancianos más grandes del Reino Unido, dijo que la decisión supone «otro caso en el que hacen anuncios sin poder cumplirlos» , en referencia al gobierno. «Teníamos el compromiso de que los residentes de hogares de ancianos serían los primeros en la fila», ya que «son más susceptibles a morir por el virus. Ese compromiso debe cumplirse», aseveró, y se preguntó: «Sabían que esta era la vacuna y sabían que requería poco movimiento, entonces, ¿por qué anunciaron que (la prioridad) eran las residencias de ancianos?

El cambio podría deberse a la necesidad de mantener la vacuna de Pfizer a una temperatura muy baja, entre -70 °C y -80 °C y a que su composición no permite que sea trasladada en múltiples ocasiones. Los especialistas del NHS (el sistema nacional de salud) consideran que si se mueve más de cuatro veces, corre el riesgo de volverse inestable e ineficaz. Para cuando llegue a los hospitales del Reino Unido, se habrá trasladado dos veces: de la planta de producción de Pfizer en Bélgica a los centros de almacenamiento británicos, y de esos centros a los hospitales.

«Nos dijeron que esperáramos la vacuna el 7 de diciembre y planeamos comenzar a vacunar a nuestro personal toda esa semana . Sin embargo, es la vacuna Pfizer la que estamos recibiendo, por lo que no se puede volver a mover una vez que nos llega y tenemos que usarla dentro de cinco días, ya que esa es su vida útil», explicó al periódico un alto ejecutivo de un hospital, que agregó que «el plan original era usarla en los hogares de ancianos primero. Pero una vez que la vacuna nos llegue, no se puede usar en la comunidad, solo el personal del NHS podrá tenerla, al menos inicialmente».

El viernes, el Gobierno solicitó a la MHRA la autorización para la vacuna de la universidad de Oxford junto a la farmacéutica AstraZeneca, que requiere condiciones menos complicadas de almacenaje y transporte, lo que permitiría utilizarla en residencias de ancianos, pero algunos pesos pesados del NHS confesaron al diario, bajo condición de anonimato, que se sienten presionados políticamente por el gobierno de Boris Johnson para poner en marcha el programa de vacunación de esta lo antes posible, no solo con el objetivo de salvar vidas, sino también para ofrecer una dosis de optimismo a la población, agotada tras los duros meses vividos desde que empezó la pandemia. La MHRA ha defendido sin embargo que sus procedimientos serán igual de rigurosos que para cualquier otra vacuna o medicamento.