La Universidad de Baleares apaga la calefacción por el precio de la luz

A partir del próximo lunes queda prohibido usar sistemas de climatización individuales , como calefactores o estufas bajo la amenaza de ser retirados por el personal de conserjería. Al final de cada jornada laboral será obligatorio apagar todos los aparatos eléctricos, como ordenadores, impresoras, escáner o fotocopiadoras, asumiendo el riesgo de perder la información. Se apagará la luz en las dependencias vacías, sobre todo en las aulas, y sólo se mantendrán activos los sistemas de climatización que sean imprescindibles por motivos de seguridad en las instalaciones críticas o para la continuidad de la actividad investigadora que lo requiera.

En el comunicado se indica que estas medidas se irán modulando «a medida que la situación global se estabilice y el precio de la electricidad vuelva a unos valores asumibles».

El rector reconoce que el margen de maniobra de que dispone es estrecho, por lo que ha pedido ayuda al Gobierno balear de la socialista Francina Armengol para estudiar otras posibilidades para reducir el consumo y el coste de la factura eléctrica, «insostenible y de solución incierta a corto plazo».

Según el rector, la UIB pagó 2,4 millones de euros en 2021, una cantidad muy superior al millón de euros que se pagó el año anterior. La UIB calcula que el coste para el año 2022 podría alcanzar casi 6 millones de euros, lo que representa un 4,8% del presupuesto total de la Universidad para este año. Según explican a ABC fuentes de la universidad, los presupuestos de este año calcularon un gasto de la luz en función del precio de referencia de finales de 2021 pero la constante subida hace temer que sea insuficiente.

«Esta circunstancia ha obligado a la Universidad a adoptar medidas de racionalización para asegurar que la actividad propia de la Universidad, la docencia, la investigación y la transferencia de conocimiento, pueda continuar», explican desde la UIB.

El alumbrado exterior del campus también se reducirá aproximadamente a un tercio de su capacidad, excepto el de sitios sensibles como es la residencia universitaria. Para contrarrestar este recorte, se incrementará el servicio de seguridad en el campus .

Los edificios de la Universidades cerrarán durante los periodos no lectivos de Pascua, verano y Navidad, salvo Son Lledó y el edificio Antoni M. Alcover i Sureda, ya que este último es el más eficiente energéticamente. A partir del 1 de abril, el horario de cierre de los edificios se adelantará de las 22 a las 21 horas.