Unas 1.300 personas protestan en Palma contra las restricciones en la hostelería y piden la dimisión de Armengol

La Delegación del Gobierno en Baleares había autorizado la marcha de este sábado con la condición de que fuera exclusivamente motorizada, por razones sanitarias, pero la mayor parte de los participantes han incumplido esa limitación y se han manifestado a pie, sin respetar además en muchos casos las distancias de seguridad. Según fuentes oficiales de la Delegación del Gobierno, han sido contabilizados unos 100 vehículos —con una media de dos o tres personas en su interior—, mientras que los manifestantes a pie habrían sido unos 1.000 en total. Ambos actos se han desarrollado sin incidentes reseñables. En cualquier caso, la Policía ha identificado a más de 70 asistentes .

Por otra parte, según ha avanzado este sábado el canal autonómico IB3 y ha podido confirmar ABC, una treintena de restauradores han presentado un recurso contencioso administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de las Islas Baleares contra la orden aprobada por el Govern el pasado 11 de enero en la que se dictaba el cierre de bares, restaurantes y cafeterías . Entre los demandantes se encuentran la patronal PIMEM Restauración y la nueva Asociación de Restauradores de Mallorca (Arema).

La manifestación de este sábado se ha iniciado a las 11.00 horas, en el exterior del Palacio de Congresos, que se encuentra ubicado en la entrada a Palma. Tal como había ocurrido ya en las dos marchas anteriores, los asistentes se han dirigido al Consulado del Mar, sede del Ejecutivo autonómico. A lo largo del recorrido se han escuchado sobre todo gritos de «¡Armengol, dimisión!». En la marcha ha participado también un camión con música, que se ha detenido ante el Consulado del Mar. A partir de ese momento, muchos de los presentes se han puesto a bailar en la vía pública. Finalmente, en torno a las 13.00 horas, la Policía Nacional ha conminado a quienes aún se encontraban en el lugar a finalizar la protesta , recordándoles que la manifestación había concluido y que la concentración a pie no estaba autorizada. Tras unos minutos de espera, la mayoría de manifestantes han abandonado la zona, si bien unas cuantas personas han optado por seguir en el lugar, por lo que han sido identificadas por los agentes.

Comparando las cifras de asistentes en las tres marchas celebradas hasta ahora, la de este sábado ha sido la que ha contado con una menor participación, pues en la primera participaron unas 4.000 personas y en la segunda unas 3.000 personas . Cabe recordar que la protesta inicial, la del 12 de enero, estuvo impulsada por el empresario Víctor Sánchez. En cuanto a la del 22 de enero y a la que se ha celebrado este mediodía, Sánchez fue también uno de los impulsores, pero ya dentro de un movimiento cívico recién creado, denominado Resistencia Balear, que aglutina a unos cuarenta colectivos.

Un hecho a señalar es que en ninguna de las tres marchas se han respetado las limitaciones que había fijado previamente la Delegación del Gobierno. Así, la primera había sido prohibida por la Delegación del Gobierno por estar ya Mallorca en el nivel de máxima alerta sanitaria —el cuatro—, pero aun así se celebró . En cuanto a la segunda marcha, sí había sido autorizada, pero con la condición de que fuera sólo en vehículos, pero aun así una parte de los participantes se manifestaron a pie. La misma circunstancia se ha repetido de nuevo en la de este sábado. Los incumplimientos en las dos primeras protestas derivaron finalmente en la imposición de diversas sanciones, en concreto, a siete personas que participaron en la primera concentración y a dieciséis que acudieron a la segunda.

Como se ha indicado, las restricciones que estaban ya en vigor en la hostelería y en las grandes superficies de Mallorca y de Ibiza han sido prorrogadas desde este sábado durante dos semanas más, hasta el próximo 13 de febrero. Así lo avanzó ya ayer la portavoz del Gobierno balear, la socialista Pilar Costa. Además, dio a conocer también que desde hoy se aplicarían esas mismas restricciones en Formentera, dada su mala situación epidemiológica actual. La portavoz anunció asimismo que seguirán vigentes durante dos semanas más los actuales cierres perimetrales en Ibiza y en Formentera.

Cabe recordar que desde el pasado 13 de enero los bares y restaurantes de Mallorca y de Ibiza deben permanecer cerrados, si bien pueden ofrecer «take away» y servicio a domicilio. En cuanto a las grandes superficies y los centros comerciales de ambas islas, tampoco pueden abrir por ahora, con la excepción de sus espacios de alimentación e higiene. Además, los gimnasios y los SPA también deben permanecer provisionalmente cerrados . Todas estas restricciones simultáneas en Mallorca e Ibiza debían mantenerse como mínimo hasta el 30 de enero, a la espera de que mejorase la difícil situación sanitaria actual en el conjunto de Baleares.

Sin embargo, la situación sigue siendo todavía muy preocupante. Por ello, el Govern decidió ayer prorrogar las citadas restricciones hasta el 13 de febrero. Costa explicó que la incidencia acumulada a 14 días en el conjunto del Archipiélago era ayer de 628 casos de Covid-19 por 100.000 habitantes. Haciendo un desglose por islas, la incidencia acumulada en Mallorca era de 359 casos por 100.000 habitantes , que aun siendo muy alta confirmaría que hay ya una línea descendente en la isla. Más compleja es la situación en Menorca, con una incidencia ayer de 448 casos, y sobre todo en Ibiza y en Formentera, con una incidencia acumulada de 2.215 y 1.164 casos, respectivamente. En ese contexto, Costa recalcó que es necesario que la ciudadanía siga con el «esfuerzo ingente» que está haciendo, para intentar doblegar la curva de la actual tercera ola.