«Transversalizar la igualdad» y «hogar monomarental»: con ella (Montero) llegó el lenguaje más «progre»

Dejando al margen todo debate ideológico y ciñéndonos estrictamente al léxico de la nueva ministra de Igualdad, en la materia que debe dominar va a cansarse de pedir que se llame «familia monomarental » y «hogar monomarental» a aquellos que estén formados por un solo progenitor, que en el 82% de casos son mujere. El documento de acuerdo del Gobierno de coalición progresista , de hecho, ya recoge la iniciativa y el PSOE adopta sin problemas el lenguaje del partido morado.

A propósito de la coletilla «inclusivo» que en el departamento de Igualdad quieren imprimir en todos sus sintagmas, la Real Academia de la Lengua ha querido adelantarse al camino que viene esta próxima legislatura. La RAE contestó hace unos días a la ya anterior responsable de Igualdad, Carmen Calvo , que lo de adherir el femenino al masculino en cada frase, habiendo una construcción que los agrupa, es cuando menos, innecesario. Aun así, Montero seguirá esbozando un «Consejo de Ministras» cada vez que se reúnan, o una frase tan extraña como la que dijo el viernes pasado, en su debut en la sala de prensa de la Moncloa: «Los niños y las niñas de los padres y las madres machistas...». La RAE aconsejaría que se ahorre tiempo, esfuerzo y tinta en tanta reiteración, pero un partido cuyo líder, Pablo Iglesias, cambió el nombre de la formación por el de Unidas Podemos no va a ser partidario.

En Igualdad dicen que éste es un «Ministerio de nueva creación» (más leña al fuego, porque estuvo ocupado en la pasada legislatura por la vicepresidenta socialista Carmen Calvo), y Bibiana Aído fue ministra debutante en el cargo en la era de José Luis Rodríguez Zapatero. Todos los altos cargos del departamento están, por otra parte, ocupados por mujeres como Beatriz Gimeno, Boti García, Noelia Vera y Rita Bosaho (por aquello del color de la piel , para dirigir el área de Diversidad Étnico-Racial), lo que ha calentado más la polémica en la primera semana de andadura del departamento de Montero. «Si las mujeres están más preparadas...», soltó el jueves en la Sexta como justificación.

Cabe recordar que en lo del lenguaje feminista ya fue un estandarte la propia Aído cuando inventó aquello del «miembras», y Montero, que no se queda a la zaga a sus 31 años de la ahora representante de ONU Mujeres en Ecuador, acuñó la fórmula del «portavozas» para cada portavoz mujer en el Congreso de los Diputados o de las formaciones políticas. Estos días han corrido como la pólvora en las redes algunos memes que ridiculizan lo del «doble lenguaje»: «Si dices miembra y portavoza, también diríamos de ti que no eres un cargo público, sino una carga pública», tratan de ridiculizar.

El otro empeño que a fuerza de insistir convertirán en una mantra desde el partido de Iglesias lo soltó él mismo durante el debate de la investidura de Pedro Sánchez, en víspera de Reyes . Con este partido, la gente amará a quien quiera amar. La ministra Montero, en dos intervenciones seguidas el jueves y el viernes, incidió, erre que erre. Pero miembros de colectivos gais y lesbianas ya rebatieron en enero ante la ponencia de Iglesias que no se arroguen competencias que no tienen, que la libertad de elección de amar y condición sexual todavía no pertenece al ámbito de las formaciones políticas, pese a los intentos por hacerlo. «Ahora me entero de que estoy en un país donde no puedo amar a quien me dé la gana», protestaron la osada injerencia.

No se quiere «judicializar» el debate, desde Unidas Podemos (UP), pero lo de Justicia patriarcal y heteropatriarcaado se va a escuchar mucho en esta legislatura. También será recurrente la contraposición entre « abolicionistas (como se defiene la propia ministra Montero, postura partidaria de castigar al cliente de la prostitución) y legalistas (UP avala dar derechos a las meretrices)»

Aterriza el lenguaje «más progre».