Termina 2021 sin poner fin al debate sobre el cambio de hora

Todo se remonta a 2018, cuando la Comisión Europea realizó una consulta en la que más del 80% de los 4,6 millones de ciudadanos europeos que participaron se mostraron a favor de acabar con los cambios de hora . El órgano propuso entonces acabar con esta costumbre y que en 2019 se realizara el último cambio.

No obstante, la falta de consenso entre los estados y de evaluaciones sobre el impacto ha hecho que se retrase hasta este año la posible anulación del cambio horario. «La moratoria es hasta 2021 pero con el Covid-19 parece que todo ha quedado paralizado. Por eso se ha reactivado petición en Parlamento Europeo», explica a ABC José Luis Casero, presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE).

Para decidir en qué tramo se quedaba España, el Gobierno formó una Comisión con el objetivo de analizar los beneficios o perjuicios del cambio de hora y acordar qué huso horario convenía más a España; si el de invierno (GMT+1) o el de verano (GMT+2).

La Comisión se formó en septiembre de 2018 y en marzo de 2019 Isabel Celaá, ministra de Educación y portavoz del Gobierno por aquel entonces, explicó que no había habido acuerdo , por lo que el debate se ha extendido hasta hoy mismo.

«El Gobierno debería haber explicado las conclusiones. Yo estaba en esa comisión . El informe no se ha hecho público, pero yo lo tengo y no lo reconozco», asegura Casero.

En la Comisión «una gran mayoría» de expertos señalaron que era más conveniente el horario de invierno , pero es cierto que «no hubo unanimidad», apunta el presidente de ARHOE. «Con la pandemia lo prioritario era salir de la crisis sanitaria, pero hay que tomar partido y decidir. Es su labor», sentencia.

Casero espera que este sea el último año en el que tengamos que cambiar la hora, pero admite que es «optimista por naturaleza». «Dicen tanto y luego no hacen nada. ¿Realmente los Gobiernos quieren que tengamos horarios racionales y una conciliación efectiva?», se pregunta.

En sus inicios, a medidados del siglo pasado, el cambio de hora servía para ahorrar energía, pero ahora «el ahorro del que hablamos es irrisorio», según ARHOE.

Antes el efecto se notaba en la industria, pero «ahora el consumo de las familias ha aumentado considerablemente por el uso de los dispositivos electrónicos. Esto hace que el ahorro que se producía entonces sea ahora mucho menor o nulo », explica Fernando Hernández, profesor de economía del departamento de matemática aplicada y estadística de la Universidad CEU San Pablo.

De hecho, el propio Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) cifra en un máximo de ocho euros el ahorro que puede suponer este cambio de hora por familia y año.

Este ahorro imperceptible unido a los trastornos y alteraciones de los biorritmos con el cambio de hora bianual, hacen decantarse a la mayoría de los expertos por acabar con el cambio de hora y el elegido debe ser el horario de invierno (GMT+1).

Según su criterio, el huso horario en el que España entra a finales de octubre es el que más se adapta a los ritmos biológicos . Aunque atardezca antes, al despertar veremos la luz solar, lo que es más adecuado a nuestras costumbres y más beneficioso para nuestro modelo de sociedad.