El número de muertos en carretera crecerá por primera vez desde 2003

A la misma hora en otro punto de Madrid, Miquel Nadal y Martí Massot, director y técnico de movilidad de la Fundación RACC (Real Automóvil Club de Cataluña), presentaban la decimocuarta edición del estudio europeo que hace un consorcio independiente, EuroRap, en el que participa la Federación Internacional del Automóvil, el Ministerio de Fomento, la DGT y administraciones autonómicas y que eleva el número de fallecidos en las carretas a 1.131 en 2015. Lo peor es que este informe no presenta dudas de que este saldo mortal se incrementará en 2016, rompiendo la inercia descendente que se había logrado desde 2003.

Un año tan «complicado» como el actual para la DGT , tal y como asumió Serrano, con el escándalo de amaño del concurso de adjudicación de los cursos de recuperación de puntos del carné y la dimisión forzosa de su predecesora, María Seguí, va a cerrar con la peor guinda posible: conforme a la previsión estimada por el RACC, serán 1.169 los fallecidos. Un cálculo basado en la tendencia de todo el año. No en vano, hasta el pasado 15 de diciembre ya han aumentado las víctimas mortales en un 2,4% hasta la misma fecha del año pasado. España ha caído del cuarto mejor puesto en siniestralidad vial de Europa (con menos fallecidos en carretera) al sexto y las muertes por accidente de moto y ciclomotor han vuelto a crecer tras cinco años consecutivos de descenso, con un incremento del 13,2% en 2015 respecto a 2014, recoge el estudio de Eurorap.

Además, este informe concluye que en la red nacional de más de 38.000 kilómetros de carretera, un 13,1% del total, casi 3.300 km son peligrosos y ese porcentaje asciende a un 25% en el caso de las vías secundarias. Por autonomías, Cantabria, Aragón y Castilla y León son las que concentran más tramos peligrosos.

Los expertos del RACC que forman parte del estudio no solo alertan del mal estado que presentan algunas carreteras -de los 77 puntos negros identificados en la red, el tramo más peligroso se encuentra en la N-435, en la provincia de Badajoz-, sino que advierten de que el riesgo de accidente es hoy 3,5 veces más elevado en una vía convencional que en una autovía o autopista y que esta brecha ha tendido a crecer en los últimos años.