España registra el peor fin de semana desde que comenzó la pandemia

El número más alto del que informó el ministerio detrás del de ayer corresponde al pasado 2 de noviembre, cuando se registraron 55.019 casos, también tras el fin de semana. Pero hace no tan poco, y también coincidiendo con las fiestas, se pueden encontrar datos igualmente preocupantes: 42.360, el 7 de enero o 30.579 el día 4.

Este lunes se ha informado también de 401 muertes más desde el pasado viernes. Además, la incidencia acumulada no deja de aumentar: pasa de 350,48 a 435,62 casos por cada 100.000 habitantes en las últimas dos semanas, siendo más de 250 el umbral de este indicador a partir del cual el ministerio considera que hay riesgo extremo.

Las comunidades más afectadas son Extremadura con una incidencia acumulada en los últimos 14 días de 1021,53; Baleares, con 598,19; Madrid con 595,61; La Rioja con 557,77; Castilla-La Mancha con 556,21; Cataluña con 524 o Comunidad Valenciana con 516,87.

P reguntado por la posibilidad de un nuevo confinamiento como el de marzo, Simón dijo que «fue más importante la segunda ola en cuanto a datos notificados que la primera; y ahora estamos algo por debajo de la segunda ola y durante esta no fue necesario confinar a toda la población para conseguir descender la incidencia», defendió. Simón agregó que «lo que sucedió en la primera ola fue muy superior a lo que se detectó tanto en la segunda ola como ahora, aunque se detectaba mucho menos».

Respecto a l aumento de los casos en residencias dijo que «llevamos cinco semanas en que estamos observando un incremento de casos y que va afectando a todos los sectores de la población, incluidas las residencias. Los trabajadores no están aislados y por mucho que se protejan puede haber infecciones que se produzan dentro de los geriátricos. También puede haber influido las ganas de que los mayores estén con nosotros ».

En cuanto al retraso de la vacunación por el temporal, Simón ha dicho que «de alguna forma hubiera afectado en otras situaciones, por ejemplo, en caso de las personas tuviesen que ir a los centros; pero en este caso son los equipos los que van a las residencias (primer grupo de vacunación). Y los datos respecto al viernes pasado era de 105.000 vacunas menos, y se ha vacunado lo mismo o más que en días previos. Pudo haber afectado en situaciones concretas, pero no tanto», defendió Simón.

En relación a la cepa británica, el director del CCAES dijo que hay 70 casos confirmados y 72 en investigación: « Tendremos varios cientos de casos de esta cepa; pero el problema no es la cepa sino nuestro comportamiento . Si aplicamos las medidas de control, la transmisión se controla; si la cepa es más transmisible habrá que aplicar las medidas mejor aún pero no se puede pretender que la evolución de la epidemia cambie por dicha cepa sino por nuestro comportamiento».

En cuanto a las semanas duras, « lo hemos pasado mejor de lo que debíamos haberlo hecho en Navidades, ahora habrá que asumirlo . No sé cuando llegará el pico de esta nueva fase, es posible que no estemos lejos de él; hay que ver si las medidas de las comunidades empiezan a tener efectos y si nosotros hemos vuelto a ser consciente de la importancia que tiene nuestra labor en el control de la epidemia». En cualquier caso, advietió de que «es posible que la semana que viene veamos un inicio de un posible descenso pero tendremos tres semanas en que las UCIS y hospitales estarán saturados y posteriormente, un repunte en el número de fallecidos». Añadió que el efecto de las vacunas se verá «a finales de febrero y principios de marzo».

En cuanto a la diferencia de vacunación por comunidades, Simón admitió que sí la hay. «Donde hay más concentración es más fácil y donde hay más dispersión es más difícil, pero como estamos trabajando en residencias, de momentos esas diferencias no son excesivas, pero estas diferencias se van a ir nivelando a medida que entremos en esta semana que empieza a tener normalidad laboral para los profesionales y de vida rutinaria para las personas de las residencias».