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Un seísmo que remueve la Iglesia

Igual que un iceberg, las nueve décimas partes de los frutos de la JMJ están ocultas a la vista. Muchos de ellos irán aflorando con el paso de los años

JUAN VICENTE BOO

Cada una de las ediciones de la JMJ es un movimiento telúrico en la vida de personas dispersas por todo el mundo. En Madrid, por ejemplo, estaban dos jóvenes que escaparon clandestinamente de un país dictatorial de Asia, arriesgándose a la cárcel si se descubría ... su escapada. En realidad, los frutos se producen en muchos frentes. El primero es el cambio de vida: acercamiento a Jesucristo, entrega a otra persona en el matrimonio o a Dios en la vida consagrada, trabajo de voluntariado, etc. El fruto que el Papa espera es el que indicó en el lema: que los jóvenes queden «arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe».

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