El Papa acepta la renuncia del obispo argentino fotografiado en la playa con una amiga
El Vaticano zanja el escándalo en solo cinco días
juan vicente boo
Benedicto XVI ha aceptado en menos de tres días la renuncia del obispo bonaerense de Merlo-Moreno, Fernando María Bargalló , presentada el pasado viernes después de que una televisión argentina divulgase media docena de fotografías en las que aparecía bañándose con una amiga ... en actitud claramente afectuosa . El Vaticano ha zanjado el caso en un total de cinco días desde la publicación de las fotos y las primeras excusas –evidentemente falsas- del prelado playero.
La Santa Sede anunció el martes que el Papa ha aceptado la renuncia del obispo de Merlo-Moreno en el marco del artículo 401, párrafo 2, del Código de Derecho Canónico. El párrafo 2 invita al obispo a renunciar a su cargo cuando «por enfermedad u otra causa grave quedase disminuida su capacidad para desempeñarlo».
El escándalo protagonizado por Bargalló, de 57 años, quien reconoció posteriormente una relación sentimental con la «amiga de la infancia» – una empresaria divorciada de 55 años -, le inhabilitaba por completo para el cargo desde que se supo que no había sido un encuentro casual en Puerto Vallarta (México), sino una etapa de una especie de luna de miel de dos semanas por cuatro o cinco localidades turísticas exclusivas en México.
El Papa ha puesto al frente de la diócesis como administrador apostólico al obispo jubilado de San Isidro, Alcides Jorge Pedro Casareto. Es muy probable que a estas alturas, el obispo Bargalló haya presentado también su dimisión como presidente de Cáritas para América Latina.
La decisión del Papa sigue la praxis habitual en este tipo de casos de escándalo, de los que suelen producirse varios cada año pues la Iglesia católica cuenta con unos 5.200 obispos , sometidos a múltiples riesgos, desde la adulación y los regalos hasta el estrés propio del cargo en momentos difíciles.
El pasado mes de enero, el Vaticano anunció la dimisión anticipada del obispo auxiliar de Los Ángeles, Gabino Zavala, al descubrirse que era padre de dos hijos. Hace tres semanas dimitió también por anticipado, a instancias de la Santa Sede, el obispo auxiliar de Camberra, Pat Power, conocido por sus posiciones liberales.
El Vaticano procede también de vez en cuando a ceses forzosos como el del obispo de Trapani, Francesco Micciché, el pasado 19 de mayo, por serio desorden económico. Otros comportamientos más graves llevan a la expulsión del estado clerical, lo cual supone dejar de ser obispo y también de ser sacerdote, como le sucedió el pasado mes de mayo al canadiense Raymond Lahey, sorprendido con pornografía infantil en su ordenador cuando era obispo de la pequeña diócesis de Antigonish.
En la última década han sido también motivo de cese de obispos comportamientos gravemente inadecuados como, por ejemplo, no prestar ayuda después de un accidente de tráfico o beber más de la cuenta en algunas ocasiones.
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