El Papa pide «tener la valentía de enfrentar la verdad» frente a los escándalos

«Hoy es común criticar a la Iglesia, subrayar las incoherencias -hay muchas-, subrayar los pecados, que en realidad son nuestras incoherencias, nuestros pecados, porque desde siempre la Iglesia es un pueblo de pecadores que encuentran la misericordia de Dios», ha recordado durante su catequesis en la audiencia general .

Por eso, el Papa ha pedido a los creyentes que intenten amar «a la Iglesia así como es: pueblo de Dios en camino, con muchos límites, pero también muchas ganas de servir y amar a Dios». Ha dicho que ese «amor hace capaces de decir plenamente la verdad, de forma no parcial; de decir lo que está mal, pero también de reconocer todo el bien y la santidad que están presentes en la Iglesia». «La Iglesia no es ese grupito que está cerca de un sacerdote que manda sobre todos, no. La Iglesia somos todos, todos », ha aclarado.

El Pontífice ha pedido a los católicos que se interroguen sobre si están «protegiendo con todas las fuerzas» a «quienes están confiados a nuestra responsabilidad». Se trata de « custodiar la vida, custodiar el desarrollo humano, custodiar la mente humana , custodiar el corazón humano, custodiar el trabajo humano». Según Francisco, «ser cristiano no es solo recibir la fe, confesar la fe, sino custodiar la vida, la propia vida, la vida de los otros, la vida de la Iglesia».

El Papa Francisco estaba explicando por qué teológicamente (y no sólo devocionalmente) san José es el patrón y protector de toda la Iglesia . Ha recordado que este santo dedicó su vida a proteger a Jesús y a María, y que se le pide ayuda pues «la Iglesia es la extensión del Cuerpo de Cristo en la historia, y en la maternidad de la Iglesia se manifiesta la maternidad de María».

El Papa ha propuesto acudir a este santo para que dé «fuerza y paciencia» cuando « la persecución impide que el Evangelio sea anunciado »; y para que intervenga cuando se busca ayuda material para «los últimos, los indefensos, los huérfanos, los enfermos, los descartados de la sociedad» y «los medios materiales y humanos escasean».

Antes de marcharse, el Papa ha recordado al sacerdote Richard Masivi, religioso asesinado el pasado 2 de febrero durante un asalto programado en la República Democrática del Congo. Le dispararon, pero no le robaron nada. «Fue víctima de una violencia injustificable y lamentable», «pero que esto no os impida seguir anunciando y dando ejemplo de bondad y fraternidad», ha pedido el Pontífice a quienes lo conocieron. El sacerdote tenía 36 años y estaba regresando a su iglesia tras haber celebrado misa en otro lugar. En 2010 fue asesinado un sacerdote en la misma zona, cuando regresaba en motocicleta. Los líderes de la Iglesia católica en Congo han pedido que se abra una investigación para aclarar lo ocurrido y que «se garantice la incolumidad de ciudadanos pacíficos expuestos a múltiples atentados en todo el país».

También el Papa se detuvo a saludar a cientos de peregrinos. Entre ellos, había algunos españoles que le entregaron un marco con una foto de la Esperanza de Triana , que Francisco se ha llevado a su residencia, Casa Santa Marta.