El Papa concede la libertad condicional al sacerdote Vallejo Balda, que regresa a la diócesis de Astorga

Vallejo Balda, antiguo secretario de la Prefectura de Asuntos Económicos «ha cesado en toda relación de dependencia laboral con la Santa Sede, y regresa a la jurisdicción del obispo de Astorga , su diócesis de pertenencia», según el comunicado hecho público por el Vaticano.

La libertad condicional le permite salir de la cárcel pero no anula los siete meses que le quedan de condena. Si vuelve a saltarse las condiciones —como ya hizo una vez cuando se encontraba a la espera de juicio—, volverá de nuevo a la celda de la Gendarmería Vaticana para cumplir el resto de la condena.

En la práctica, el gesto de clemencia del Papa significa que el sacerdote riojano, de 55 años , pasa a depender total y exclusivamente de la diócesis de Astorga, que se ocupará de su sustento. Vallejo Balda deberá residir donde le indique el obispo, Juan Antonio Menéndez Fernández, dedicarse a las actividades que este le asigne y mantener un comportamiento discreto.

El proceso por filtración de documentos conocido coloquialmente como «Vatileaks 2» terminó el pasado 7 de agosto con una sentencia de 18 meses de cárcel para Vallejo Balda y de 10 meses de cárcel para la publicista italiana Francesca Chaouqui , a quien el Tribunal concedió la suspensión de la pena, entre otros motivos por su reciente maternidad.

Los dos periodistas italianos que publicaron los documentos entregados por Vallejo Balda fueron absueltos. Las auditorias reflejaban el desorden en las finanzas vaticanas antes de la profunda reforma que llevó a crear la secretaria de Economía.

El acto de clemencia otorgado el martes es la primera intervención del Papa Francisco en este caso desde que fue informado del arresto del sacerdote español el uno de noviembre de 2015.

Algunas personas sugirieron iniciar un proceso canónico pero el Papa indicó en aquella fecha que el delito debía ser investigado y juzgado según la ley por la fiscalía y el Tribunal Penal del Vaticano, que no son organismo eclesiásticos sino civiles, como los de cualquier Estado, lo mismo que la Gendarmería Vaticana.