La pandemia obliga al Papa a cancelar la ofrenda a la Inmaculada en la Plaza de España

Los bomberos llegarán a primera hora de la mañana con una escalera de incendios para dejar una corona de flores blancas y amarillas -los colores del Vaticano- en el brazo de la imagen que, desde lo alto de su elevada columna, recuerda el dogma de la Inmaculada Concepción, proclamado por Pío IX en 1854.

Según el Vaticano, Francisco ha tenido que renunciar a la visita y la ofrenda , que concluye siempre con un saludo a los diplomáticos españoles, a causa de «la persistente situación de emergencia sanitaria y para evitar cualquier riesgo de contagio debido a la aglomeración de personas». Ese encuentro es siempre una fiesta para miles de chiquillos, pues los padres los llevan después a ver las luces en calles y plazas.

Este año, en cambio, el Papa «llevará a cabo un acto de devoción en privado para confiar a Nuestra Señora la ciudad de Roma , sus habitantes, y los numerosos enfermos en todas las partes del mundo».

La visita al monumento de la Inmaculada, situado en esa plaza por el significativo apoyo de España a la proclamación del dogma , es una tradición simpática y muy popular, iniciada por el papa Juan XXIII en 1958.

El Papa mantendrá en cambio la celebración de la misa del Gallo el 24 de diciembre a las 21.30 horas en la basílica de San Pedro, con la participación de fieles reducida a medio centenar, como es ya habitual desde la primavera .