Padres de alumnos reivindican el derecho a elegir la concertada ante el ataque del Gobierno

El 80% de los centros concertados en España son católicos. Su labor diaria supone una gran aportación a la sociedad no solo porque cuentan con una tasa de repetición un 38% menor que la media del resto de centros, sino porque además son un ahorro para el Estado. Por una plaza en una escuela pública la administración aporta 6.000 euros contra los 2.850 que le cuesta una plaza en una escuela concertada.

En torno a la educación concertada católica hay demasiados prejuicios o tópicos. Sin embargo, la realidad es muy distinta. En los colegios concertados católicos hay más padres que se definen de izquierdas (41%) que en el resto (39,8%). Así se desprende del informe «Demandas Educativas de los padres en España», elaborado por el Instituto Universitario de la Familia de la Universidad Pontificia Comillas para Escuelas Católicas, la patronal que aglutina al 60% de la educación concertada en nuestro país.

El porcentaje de hogares con todos su miembros en desempleo es mayor en los centros concertados (7,1%) que en el resto (5,7%). «El tópico de que los colegios concertados son elegidos por familias de rentas altas es falso. La mayoría tienen unos niveles retributivos iguales a la media española y muchos incluso por debajo», asegura el portavoz de Escuelas Católicas, Luis Centeno.

En cuanto a la diversidad familiar que se da en estos centros, los alumnos procedentes de hogares monoparentales representan un 5,5% en los colegios católicos, frente a un 8,5% en el resto. Las parejas de hecho suponen el 18,3% de los padres, mientras que las familias inmigrantres suponen el 6,7%, apenas cuatro décimas menos que en los centros no católicos. «Nuestros centros reflejan básicamente la pluralidad familiar , sociolaboral, económica, ideológica y cultural de la sociedad española. No son un reducto de un grupo determinado sino que son un reflejo de la diversidad social de España», explica Centeno, quien además recuerda que estos colegios apoyan a las familias en riesgo de exclusión social ya que cuentan con proyectos educativos propios que favorecen la inclusión.