Las otras «leyes del sí es sí»: los países que regularon el consentimiento antes que España

Montero dice que seremos pioneros, pero mira el ejemplo sueco y el inglés

EFE

IVANNIA SALAZAR / J. P. JOFRÉ

Pese a que la ministra de Igualdad, Irene Montero , aseguró ayer viernes 21 de febrero que España será con esta norma «pionero» y «punta de lanza» mundial , en Reino Unido está vigente la ley de Agresiones Sexuales desde 2003, que define legalmente el consentimiento sexual cuando una persona «acepta mantener relaciones sexuales por su propia elección» y además «tiene la libertad y la capacidad de tomar esa decisión». Fue el primero y uno de los pocos países del mundo que definen la violación en función de si hubo o no consentimiento y no por la violencia física o la intimidación ejercida. Esta ley está vigente en Inglaterra y Gales, pero cuenta con leyes equivalentes en Escocia e Irlanda del Norte. Sí diferencia entre dos delitos: violación y agresión sexual. Si una persona está bajo el efecto del alcohol o las drogas, inconsciente, bajo amenazas o coacciones o teme por su vida, se considera que es incapaz de dar su consentimiento y por tanto la relación sexual es una violación, aunque no se produzca con violencia.

En el Reino Unido, la definición legal de consentimiento sexual es cuando una persona «acepta mantener relaciones sexuales por su propia elección» y además «tiene la libertad y la capacidad de tomar esa decisión». Esto es importante ya que es uno de los pocos países del mundo que definen la violación en función de si hubo o no consentimiento y no por la violencia física o la intimidación ejercida. En Inglaterra y Gales está vigente la Ley de Agresiones Sexuales de 2003, que cuenta con leyes equivalentes en Escocia e Irlanda del Norte y que diferencia entre dos delitos: violación y agresión sexual. Si una persona está bajo el efecto del alcohol o las drogas, inconsciente, bajo amenazas o coacciones o teme por su vida, se considera que es incapaz de dar su consentimiento y por tanto la relación sexual es una violación, aunque no se produzca de forma violenta.

La edad legal de consentimiento sexual en todo el Reino Unido es de 16 años, tanto en hombres y mujeres que quieran mantener relaciones sexuales con personas del mismo sexo o del sexo opuesto. En Escocia, la violación se define como penetración vaginal y cualquier otra penetración, por violenta que sea, se considera agresión. Además, no se puede acusar a las mujeres de violación, ya que se entiende que la penetración se produce con el pene. En Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte, comete un delito cualquier persona, hombre o mujer, que penetre intencionalmente la vagina, la boca o el ano de otra persona con una parte de su cuerpo o con algún objeto, sin su consentimiento.

Según la ley, toda persona tiene derecho a decir no al sexo, a retirar o negar su consentimiento en cualquier ocasión y bajo cualquier circunstancia, independientemente de si ha dado su consentimiento para tener relaciones sexuales con esa persona en el pasado. Es decir, el consentimiento debe ser continuo. Por último, la penetración de cualquier persona menor de 13 años siempre se considera violación.

Violación negligente y extremadamente negligente

Por su parte, desde julio de 2018, Suecia adaptó su legislación penal al Convenio de Estambul, que España ratificó hace seis años, en el que se recoge que todo acto sexual no consentido de modo afirmativo, «claro, explícito e idóneo» será una violación. En esta ley llamada del «solo sí es sí» y que este verano cumplirá dos años de vigencia se introduce la figura penal de la «violación negligente» , entendiendo que se penará a quienes deberían de saber que su actuación no es consentida, por ejemplo: a un menor que pueda parecer mayor, a alguien que está bajo los efectos del alcohol o drogas, herido o afectado por algún trastorno mental o paralizado por miedo.

La ley sueca corrige que la violación se ciña a la existencia de violencia, amenazas o aprovechamiento de la indefensión e indica que tampoco es sexo consentido si el acusado abusa de su posición de poder o dependencia de la víctima, si hubo amenazas o violencia, o si la víctima estaba en una situación vulnerable. La particularidad de la ley sueca es que introduce la definición de «violación negligente»: un delito que se configura toda vez que la víctima no haya manifestado su falta de consentimiento, pero que el perpetrador de los hechos «razonablemente» haya concluido que ésta no haya consentido.

Suecia indica que un agresor que abusa indebidamente de una persona en una situación especialmente vulnerable debido a la inconsciencia, estar dormido, gravemente asustado, intoxicado o bajo los efectos de drogas, lesiones corporales, trastornos mentales u otras circunstancias, y «es extremadamente negligente» en cuanto al hecho de que la otra persona no participa voluntariamente, será condenado por violación negligente a penas de cárcel de hasta cuatro años. En cuanto a las hipotéticas dificultades para poder demostrar si ha habido violación, esto sucede también en muchos delitos que están basados exclusivamente en el testimonio de una persona: los robos, por ejemplo.

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios