Microbios y obesidad
La microbiota del obeso puede conservar una memoria fundamental para el efecto rebote
«Los microbios tendrán la última palabra», es la frase que el químico Pasteur dedicaba a la comunidad científica de su tiempo, totalmente incrédula de que existiera vida microbiana. Fue en la mitad del siglo XIX, pero el pronóstico del gran científico se ha ... ido haciendo realidad en infinidad de situaciones. La última palabra, hasta ahora, se refiere a nuestra relación con el conjunto de los microbios que habitan en nuestro cuerpo, especialmente en el intestino. Albergamos más células microbianas que células propias. Es posible ya manejar el conjunto de esa microbiota, analizar su composición y valorar su actividad gracias al conocimiento de sus genes (microbioma).
La relación entre los microbios intestinales y la obesidad se va perfilando como señala la revista Science recientemente. La composición de la microbiota intestinal, su actividad, incluso su localización, oscila siguiendo los ritmos circadianos. Ello significa lógicamente que también oscila su actividad, con los periodos de luz y oscuridad, y que una parte de las sustancias resultantes de esa actividad contribuyen a la obesidad. La microbiota de obesos degrada con más intensidad los flavonoides que ingerimos en la dieta, descompensando así el consumo de energía en favor de un mayor almacenamiento de grasa. Además, el alto nivel de glucosa en sangre hace más permeable la pared del intestino, favoreciendo el acceso a circulación de más sustancias inflamatorias propias de la obesidad.
El sobrepeso en el mundo tiene una prevalencia del 44% existiendo 300 millones de personas que padecen obesidad mórbida. También es factor de riesgo de diabetes, hígado graso no alcohólico y cardiopatía isquémica. Irrumpe en tiempos recientes el papel que los microbios del organismo pueden jugar en una patología que dista mucho es estar caracterizada en su totalidad. Incluso la microbiota del obeso puede conservar una memoria que la hace fundamental para el efecto rebote tan frecuente tras la pérdida de peso. No está lejano el momento en que toda esta información resulte útil para prevenir y tratar sobrepeso y obesidad.
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