Madrid propone distanciar las segundas dosis de Pfizer y Moderna y que AstraZeneca se inocule a voluntarios

En una carta, el consejero explica a Darias que «hay evidencia científica de que con la primera dosis de las vacunas de Pfizer y Moderna se genera una inmunidad de entre un 75% y un 80%». «Por lo tanto, nuestros técnicos apuestan por completar las segundas dosis a los 42 días».

Así, solicita «estudiar la priorización de la administración de primeras dosis de las vacunas disponibles», aunque sí que mantendría la pauta normal de dos dosis, de 21 días en Pfizer y 28 días en Moderna, en los grupos de riesgo del Grupo 7 que ya están establecidos en la Estrategia Nacional de Vacunación.

También pide eliminar la limitación de uso de la vacuna de AstraZeneca hasta los 69 años y ampliarlo a los mayores de esa edad, y que los menores de 60 años que lo soliciten puedan recibir esta vacuna, lo que igualmente puede plantearse para la de Janssen cuando esté disponible.

Según Escudero, «no hay evidencia científica» que respalde la decisión de limitar la administración de la vacuna de AstraZeneca al rango de edad entre 60 y 69 años. En este sentido, ha destacado que no hay ninguna vacuna contra el Covid-19 contraindicada por rango de edad, sino que todas pueden aplicarse a partir de los 16-18 años. Por ello, ha calificado de «incomprensible» la decisión de no administrar la vacuna de AstraZeneca a menores de 60.

A su juicio, la posibilidad que los menores de 60 puedan solicitar tanto la vacuna de AstraZeneca como la de Janssen, «de manera voluntaria y mediante la firma de un consentimiento informado», podría ser valorada por los miembros del Comité de Bioética de España que están colaborando en la elaboración de la estrategia de vacunación, porque «disponer del criterio de los expertos de dicho comité, ante esta demanda social, ayudará a armonizar una respuesta adecuada en el marco del Sistema Nacional de Salud».

Escudero argumenta que estas medidas permitirían inmunizar con una mayor celeridad, «especialmente a los grupos más vulnerables», teniendo en cuenta que la recepción actual de vacunas es «claramente insuficiente».