Llega la vacuna monodosis de Janssen para 70-79 años

Además se empezará inyectando el fármaco a los mayores de 70 años que no hayan pasado la infección recientemente. Con los que ya tienen anticuerpos se esperará seis meses, el tiempo de inmunidad natural que confiere haber superado el Covid-19. En un momento de escasez, también se dará preferencia a los que aún no tienen ningún tipo de protección frente al virus. Este suero no tiene ninguna restricción por edad y está indicado para mayores de 18 años.

La de Janssen es la vacuna más especial de las autorizadas hasta la fecha. No tanto por su tecnología, que recuerda a la de AstraZeneca, sino porque basta una única dosis para conseguir una protección suficiente y eludir el hospital y las complicaciones que suponen riesgo vital.

Cualquier vacuna proporciona una buena protección desde la primera dosis, pero no tan completa como la de Janssen. La protección global es más del 66%. Puede parecer escasa si se compara con el 90% de las dos dosis de Pfizer o de Moderna. «Eso no significa que la de Janssen sea una vacuna peor que las anteriores. Ha demostrado en ensayos clínicos que tiene una gran eficacia frente al virus y sus variantes y evita la hospitalización y muerte al 100%. Es una vacuna terriblemente práctica. Permitirá proteger a la población que ahora es la más vulnerable y actuar ante una situación de emergencia», apunta José Ramón Arribas, jefe de Enfermedades Infecciosas del Hospital La Paz de Madrid.

En este centro sanitario conocen bien el medicamento de la farmacéutica belga . Este hospital es uno de los que participan en el ensayo clínico que evalúa su eficacia, el único ensayo realizado en nuestro país con vacunas.

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Curiosamente, en España se están evaluando los resultados de esta vacuna monodosis con dos inyecciones . Tres mil voluntarios españoles prueban si una dosis doble es aún más eficaz en la protección global y si es capaz de proporcionar una inmunidad más duradera. Aún no hay resultados sobre esta posibilidad.

La tecnología en la que se basa este medicamento es similar a la de las vacunas tradicionales. Para activar el sistema inmune utiliza un vector viral humano, el adenovirus 26 . Este agente infeccioso causa catarros pero se ha modificado para ser inofensivo y activar las defensas con el SARS-CoV-2. La de AstraZeneca o la rusa Sputnik V siguen una estrategia similar, aunque utilizan vectores virales diferentes. La primera utiliza un adenovirus del chimpancé y la rusa dos vectores virales distintos.

En Estados Unidos, donde se han inoculado ya 10,6 millones de personas desde el 1 de marzo, las reacciones adversas han sido escasas . Las más comunes fueron leves: dolor en la zona del pinchazo, dolor de cabeza, cansancio, dolor muscular, fiebre y malestar intestinal. Pero el viernes pasado, la Agencia Europea del Medicamento anunció que estaba investigando la aparición de cuatro casos de trombosis tras la inyección. Uno de ellos se detectó entre los participantes de los ensayos clínicos y otros tres en Estados Unidos, donde ya forma parte de la campaña de vacunación de la población general. Son solo cuatro casos de más de diez millones de pinchazos, una rareza aún mayor que la detectada con AstraZeneca.