El jefe de Gobierno de Macrón anuncia que Francia ha entrado en una tercera ola con «numerosas variantes»

Tras el consejo de ministros del miércoles , y una nueva reunión del consejo de defensa, el mismo día, Emmanuel Macron o su jefe de Gobierno debieran anunciar «nuevas medidas» para intentar controlar una pandemia que sigue propagándose a geometría variable por todo el territorio nacional.

El toque de queda de doce horas diarias, entre las 18 las 6 de la mañana del día siguiente, sigue siendo eficaz. Pero aparentemente insuficiente. Pudiera ampliarse o «complementarse» con nuevos confinamientos locales.

Cines, teatros, salas de conciertos, bares, restaurantes, salas de deporte, públicas y privadas, seguirán cerrados hasta fecha indefinida. A mediados de diciembre se pensó que podrían comenzar a abrirse a mediados de enero. A mediados de marzo, todavía no hay fecha prevista.

La situación sanitaria tiene cierta gravedad en toda Isla de Francia (París y su Gran corona) y una veintena de departamentos. Un número creciente de hospitales se encuentran en el umbral de la saturación.

En su declaración ante la Asamblea Nacional, la tarde del martes, Castex insistió en que «la vacuna masiva nos permitirá salir de la crisis». Y los buenos propósitos gubernamentales aspiran conseguir la vacunación «masiva» entre la primavera y finales del verano. Pero la multiplicación de declaraciones coincide con el «atasco» en todos los puntos de vacunación oficialmente certificados . Oficialmente, 10 millones de franceses debieran estar vacunados a mediados de abril y unos 30 millones a finales del verano. En una Francia de 67 millones de habitantes, el ritmo de la vacunación sigue «flaqueando», cuando la «rumorología» multiplica las tensiones de muy diversa índole.

Emmanuel Macron anunció el lunes «nuevas decisiones». Se especula con un toque de queda más duro o un confinamiento total o parcial en Isla de Francia, «a lo largo de los próximos días».