Coronavirus
Iñaki Comas: «Este invierno será la prueba de fuego para conocer la evolución de la pandemia»
El experto en genómica del CSIC advierte sobre la confluencia de tres factores: la circulación de ómicron, la pérdida de protección de las vacunas y la llegada del frío
Ómicron vs. Delta: ¿Qué variante del coronavirus supone un mayor riesgo para la salud?
A Iñaki Comas el nuevo coronavirus también le cambió el paso. Dejó la investigación de la tuberculosis para estudiar la evolución de un nuevo virus que desconcertaba al mundo . Desde el comienzo de la pandemia, este experto en genómica, se centró en estudiar la ... secuencia genérica del SARS-Cov-2 para estar alerta ante sus mutaciones. Ahora asiste, «con preocupación», a la irrupción de una nueva variante que hace impredecible la evolución de la pandemia. Pero pide «no entrar en pánico». La aparición de Ómicron nos preocupa, «hay que estar alerta, pero no alarmarnos ».
La investigación para saber lo que nos deparará, no ha hecho más que empezar. Aún falta tiempo para poder evaluar si esta constelación de mutaciones que reúne la última versión del virus es tan grave como parece. Lo que se sabe de ella inquieta. Presenta cambios ya vistos por separado en otras variantes y que dieron ventaja al nuevo coronavirus para transmitirse con más eficiencia y eludir a los anticuerpos neutralizantes, esa protección que proporcionan las vacunas y también el haber pasado la infección. Pero es la primera vez que todos estos cambios aparecen juntos en una misma variante y esto es lo que más alerta a estudiosos del nuevo coronavirus como Comas. «Una vez que pones juntas todas estas mutaciones no se puede predecir lo que va a ocurrir. Necesitamos tiempo para saber si eludirá la protección de las vacunas y si es más contagiosa que otras variantes», dice.
El científico del Instituto de Biomedicina de Valencia calcula una semana para que, al menos, los experimentos en el laboratorio «nos den una idea bastante certera para saber a lo que nos enfrentamos ». Y otra semana más será necesaria para conocer si su capacidad de transmisión es tan rápida o más que Delta , hasta ahora la versión más contagiosa del nuevo coronavirus. «También necesitamos acumular casos de personas inmunizadas y no vacunadas que se infecten para saber si las vacunas funcionan frente a la nueva Ómicron».
Una ventaja para el resto del mundo
El también coodinador de la plataforma salud global del CSIC agradece a Sudáfrica la detección y, sobre todo, la alerta temprana facilitada. «Nos ha dado ventaja para prepararnos antes de que la variante se convierta en dominante». Delta llevaba más tiempo circulando cuando se identificó. Esta vez se ha reaccionado con rapidez, aunque no siempre con medidas acertadas. Comas critica el cierre del tráfico aéreo con Sudáfrica « porque solo perjudicamos su economí a y castigamos la vigilancia que han hecho». Sí aplaude otras medidas intermedias como la imposición de cuarentenas a viajeros o la exigencia de test diagnósticos, al menos, de momento. Si la variante empieza a circular con intensidad ya no tendrán sentido los controles de fuera porque «habría más casos en el país de los que se podrían importar». Aunque quizá se quede en nada como ha ocurrido con otras alarmas. «Este nuevo coronavirus no deja de darnos sorpresas».
Acelerar la tercera dosis
Quizá la preocupación por Ómicron se diluya como un azucarillo en un café. O puede que se confirme el peor de los escenarios y las vacunas no funcionen. En este tiempo de incertidumbre el mensaje sigue siendo vacunar, vacunar y vacunar . «Es importante acelerar la tercera dosis en los mayores de 60 o con enfermedades crónicas, las personas con más riesgo». En su opinión, es muy difícil que las vacunas actuales sean totalmente inservibles. «Puede que pierdan eficacia pero es muy difícil que estemos viendo un escape vacunal. Si el impacto es similar al de otras variantes, la eficacia es aún muy alta», recuerda.
Este invierno será la «verdadera prueba de fuego para las vacunas y la evolución de la pandemia», asegura Comas. «Las vacunas han sido un regalo del cielo pero sabemos que no son perfectas -como no lo son en ninguna otra infección- y con la nueva variante puede que sean aún menos útiles. Estamos en un momento crítico: en invierno, cuando pasamos más tiempo en interiores y hay más riesgo de contagio; Delta y Ómicron están circulando, y reforzamos con terceras dosis porque vemos que falla la protección de las vacunas». De este experimento invernal, quizá se sepa si finalmente es necesario vacunarse cada año como hacemos con la gripe.
Iñaki Comas no cree que España vuelva a sufrir una ola como la del año pasado, «nunca ha habido tantas personas inmunizadas en una ola» pero insiste en recordar que la vacunación no es el único escudo a usar contra el Covid. «La mejor prevención es utilizar muchas medidas, como si fueran diferentes capas de protección. Sabemos que ninguna es perfecta, pero juntas funcionan muy bien: ventilación, mascarilla, distancia de seguridad y evitar grandes eventos. Es la forma de convivir con el virus porque la erradicación del virus no es fácil». E insiste, por si aún hubiera dudas: «La mejor capa de protección sigue siendo la vacunación».