Las grandes fortunas solidarias de España

Pese a la escasa política de incentivos, España ha contado y cuenta con más de una fortuna puesta al servicio de fines altruistas. El fallecido Emilio Botín fue uno de los grandes mecenas de la universidad y la ciencia. Durante los 21 años que estuvo al frente del patronato de la Fundación Botín, creada por su tío Marcelino Botín en 1964, invirtió 360 millones de euros en proyectos sociales. En 2014 los fondos destinados a distintos programas en el ámbito del arte y la cultura, la educación, la ciencia y el desarrollo social fueron de 34,4 millones de euros.

Las hermanas Koplowitz son otra muestra. Alicia Koplowitz creó en 1994 la Fundación Vida y Esperanza, dedicada a la atención de niños de familias con problemas graves, personas con discapacidades y ancianos. Esta misma fundación financió la construcción del Centro de Esclerosis Múltiple de la Comunidad de Madrid Alicia Koplowitz, uno de los más importantes de Europa en esta especialidad. Su hermana Esther creó en 1995 su propia fundación con el objetivo de crear residencias para personas mayores, la asistencia psicosanitaria a menores y enfermos. Un donativo de más de quince millones de euros hizo posible la inauguración en octubre del 2010 en Barcelona del Centro Esther Koplowitz, dedicado a la investigación biomédica.

Otro reconocido filántropo español es el gallego Amancio Ortega. El fundador del emporio textil Inditex anunciaba el pasado mes de octubre una donación de 17 millones de euros al sistema sanitario público gallego para la adquisición de nuevos mamógrafos digitales —equipos tecnológicos que permiten avanzar en la detección precoz del cáncer de mama— y que serán repartidos entre 16 centros de salud de la Comunidad gallega. Además, permitirá mejorar los equipos de radioterapia existentes a través de la instalación de una decena de aceleradores lineales.

Pero esta no es la única aportación de la fundación a la que el empresario de Arteixo cede su nombre, que en los últimos cuatro años ha participado activamente en labor desarrollada por Cáritas Española y la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal), una colaboración que se traduce en 40 millones de euros.

En la misma línea, Mercadona realiza donaciones diarias de alimentos a más de 85 comedores sociales de toda España. Solo el pasado año, la empresa que preside Juan Roig donó 4.100 toneladas de alimentos a organizaciones benéficas de todo el país, al margen de aplicar iniciativas para evitar el desperdicio de alimentos en sus supermercados.

Al margen de los convenios de colaboración con entidades caritativas, Juan Roig ha desarrollado en los últimos años junto a su esposa, Hortensia Herrero, una política activa de mecenazgo a través de entidades sin ánimo de lucro que operan en ámbitos como el deportivo (a través del denominado Proyecto Fer o la Fundación Trinidad Alfonso) o cultural, mediante la Fundación Hortensia Herrero.