El Gobierno balear también obligará a llevar mascarilla aunque se respete la distancia social

El Ejecutivo que preside la socialista Francina Armengol ha tomado esa decisión después de que se haya confirmado en estos últimos días la existencia de diez pequeños brotes —todos controlados por ahora— de Covid-19 en las Islas, en concreto ocho en Mallorca, uno en Menorca y uno en Ibiza. Seguramente, ha influido también en este endurecimiento de las restricciones la proliferación de fiestas ilegales a lo largo de las dos últimas semanas en varios municipios isleños. En cualquier caso, se contemplan varias posibles excepciones a ese uso obligatorio de la mascarilla, que no sería necesaria en espacios como playas o piscinas ni tampoco cuando se lleven a cabo prácticas deportivas.

Según ha explicado este jueves a la Cadena Ser la consejera de Salud del Gobierno balear, la socialista Patricia Gómez, esta nueva medida se toma para «garantizar a todos los ciudadanos y visitantes la máxima protección y seguridad». En cuanto al régimen sancionador para los posibles incumplidores, Gómez ha dicho que el hecho de no llevar la mascarilla en donde sea obligatorio será sancionado con una multa máxima de cien euros. La consejera también ha indicado que el Govern está estudiando el número máximo de personas que se podrán reunir a partir de ahora en las celebraciones privadas, que serían 70 en las fiestas al aire libre y 30 en espacios cerrados. En principio, estas nuevas disposiciones se prolongarán a lo largo de todo el verano.

Cabe recordar que Armengol había aprobado el pasado 19 de junio en Consejo de Gobierno el plan autonómico que recogía las medidas de seguridad por el coronavirus que deberían aplicarse en todos los ámbitos del Archipiélago a lo largo de los próximos meses. Entre las medidas más destacadas de dicho plan se encontraban las relativas a los locales de ocio nocturno. En el caso concreto de las discotecas de la Comunidad, el Govern determinó que este verano sólo podrán abrir sus puertas las que tengan un aforo máximo de 300 personas , si bien en dichas discotecas no estará permitido el baile en su interior.

Las condiciones fijadas por el Gobierno regional eran aún más restrictivas en determinadas zonas de la Playa de Palma, en Magaluf —en el municipio mallorquín de Calviá— y en el West End de Sant Antoni de Ibiza, en donde se decidió prohibir también la apertura de los espacios interiores de todos los locales de ocio nocturno . No obstante, dichos locales sí podrán abrir sus terrazas con el aforo permitido legalmente, siempre que no se superen las 100 personas sentadas y se respete la distancia de seguridad. En la Playa de Palma, Magaluf y el West End sí se permitirá, en cualquier caso, la actividad de bares, cafeterías y restaurantes.