Fernando Simón: «Si todo fuera muy bien en dos meses no habría transmisión y en el peor, en cuatro o cinco»

Simón aclaró que « ninguna de las medidas que se aplican en la zonas de riesgo -Comunidad de Madrid, La Rioja y País Vasco- son útiles por sí solas ». Por eso, señaló, hay que trabajar en varias líneas: las medidas que tienen que aplicarse desde las instituciones, las que tienen que aplicar os profesionales, pero también hay que apelar a la responsabilidad individual para colaborar en el cumplimiento de las medidas.

Simón repasó todas las medidas tomadas hasta el momento (restricción de visitas en las residencias, cierre de centros de ocio de mayores, suspensión de clases y de algunas actividades hospitalarias, cancelación de vuelo de Italia a España...) y explicó que «todo esto junto debería tener un impacto en la transmisión y por tanto ayudar a la reducción de nuevos casos. Pero este impacto no se observará hasta dentro de unos días. ¿Cuántos? Depende del tipo de información a la que tenemos acceso. La más rápida que tenemos son la de los nuevos casos por fecha de notificación, que se produce más tarde que la aparición de los síntomas. ¿Por qué? Porque desde que el paciente se da cuenta de sus síntomas, va al médico, éste le diagnostica, pide la prueba del coronavirus y se espera hasta la llegada de los resultados «transcurren más o menos 4 o 5 días, aunque no tenemos certeza». Simón explicó que además de esto, hay que tener en cuenta el periodo mediano de incubación que genera cada caso, que es de alrededor de 5 días y medio y que las notificaciones llegan al día siguiente. Por lo que, finalmente, no se verá el impacto de las medidas «hasta dentro de 9 o 10 días».

Si las medidas tienen efecto y empieza el descenso de casos, estas irán aflojándose, «pero lo que no se sabe es si dichas medidas serán de solo 15 días o de un mes o mes y medio. A eso hay que añadir un mes de trabajo interno para asegurarnos de que lo que observamos es real». Ese trabajo interno comprende dos periodos de incubación (28 días) para confirmar que la transmisión se ha controlado definitivamente, es decir, que llegue un último caso y a partir de ese momento esperar 28 días, «aunque en ese periodo la población ni se entera de si hay gente trabajando».

Por lo tanto, «Si todo fuera muy muy bien -enfatizó- en dos meses podríamos decir que no constatamos transmisión . Si todo fuera muy mal ese periodo podría alargarse hasta cuatro o cinco meses», explicó Simón.

La situación en España es la siguiente: 2.002 casos notificados , el 50 por ciento de ellos se concentran en la Comunidad de Madrid; el 78 por ciento de los casos se concentra en cuatro únicas comunidades. El resto tienen el otro 22 por ciento. Simón aclaró que « ninguna comunidad está exenta de riesgo de transmisión , de que en cualquier momento haya brotes importantes. Tenemos ejemplos, que nos han generado problemas importantes de salud pública, por ejemplo, en País Vasco y La Rioja y que está también asociada a un grupo importante de casos en una zona de Castilla y León, que provienen todas del mismo evento». El resto de comunidades, sin embargo, « no debe bajar la guardia » sino todo lo contrario, «incrementarla para asegurarse de que son capaces de detectar a tiempo cualquier problema».

Simón informó también de que el total de pacientes ingresados en las UCI, que son 126, 102 están, es decir, el 81 por ciento, están en Madrid. «Esto tiene sentido los brotes que hay en Madrid, hay varios de ellos que están asociados a residencias de mayores o poblaciones frágiles, y esto implica que la letalidad, y los casos de gravedad, son mayores que en otros lugares donde son básicamente casos importados y por lo tanto viajeros que suelen ser personas más jóvenes con impacto menor de la enfermedad»

En total, en nuestro país hay 47 fallecidos, de los que 31 (66 por ciento) son de la Comunidad de Madrid. Al respecto señaló que «no se está hablando de bloquear esta comunidad, lo que se hace es implementar no porque alguien las pida sino porque va a ser eficaz y se va a poder aplicar correctamente».

Además, «tenemos otras comunidades donde el impacto es importante, sobre todo por la relación número de casos/población y este impacto se centra en las comunidades asociadas a un velatorio de Vitoria, a partir del cual surgieron un número importante de casos en la provincia de Vitoria, en La Rioja y un munipicio de Castilla y León (Miranda de Ebro) . Son las otras áreas que, asociadas a ese evento, hay un número importante de casos».

Simón destacó como buenas noticias, aunque con cautela, que «tenemos 136 altas de pacientes, y de los 2.002 casos, el incremento es de 366 respecto a ayer, es un incremento similar al del día anterior».

En cuanto a las medidas tomadas en las distintas comunidades, «tiene varios objetivos -según Simón-: reducir la transmisión pero, sobre todo, reducir el impacto en los grupos de riesgo . Algunas medidas que se toman en los centros educativos pretenden reducir la diseminación de la enfermedad en la comunidad; los niños son grupos con una incidencia de síntomas graves y fallecimientos muy por debajo de cualquier otro grupo . Ahí el objetivo es reducir -insistió- la diseminación de la enfermedad, porque si bien los niños sufren la enfermedad de forma más leve, pero son los que diseminan las enfermedades en sus relaciones sociales y las van llevando a las familias».

Además, señaló que hay medidas destinadas a reducir el impacto en los grupos de riesgo, como son las personas mayores, que son todas las que se vienen tomando (cierre de centros de ocio, restricción de visitas en residencias) para reducir el riesgo de infección en estos grupos; no tanto para reducir el impacto sino, sobre todo, para reducir las probabilidades de exposición en grupos que tienen más riesgo». Aquí lo que se busca reducir la transmisión entre personas de riesgo .

Otro paquete de medidas (en alusión al aplazamiento de las Fallas) está relacionado con los eventos de masas y que «tienen que ver con la probabilidad de transferencia de grandes grupos de población potencialmente infectados a otras provincias donde no hay transmisión comunitaria. Esto debería evitar la llegada del virus o, como mínimo, espaciarla en el tiempo».

Otra medida, anunciada ayer en Consejo de Ministros, la prohibición de la entrada de pasajeros de Italia, «tiene por objetivo evitar la entrada descontrolada y muy importante de personas que puedan introducir el riesgo, no es lo mimos que la epidemia se produzca a partir de un único caso que se produzca de un grupo importante porque en ese caso el inicio de la epidemia sería más rápido».

Simón dijo también que « hoy mismo se están viendo efectos colaterales previstos en las medidas : reducir eventos, fomentar el teletrabajo o suspender las clases en las zonas de riesgo está teniendo impacto en el uso del transporte público; por eso, sin tomar medidas directas se están reduciendo las aglomeraciones y por tanto la posibilidad de transmisión », explicó Simón.

Simón dijo que el problema de esperar el impacto de las medidas es que cuanto más lejos está la visibilización del impacto de las medidas « más difícil es mantener la tensión . Por eso hay que hacer un gran esfuerzo, la sociedad ha de hacer un gran esfuerzo para que las medidas se apliquen correctamente, lo que implica que no haya gente de una zona de riesgo que pueda transferir el problema a otra región ». Simón aclaró en cualquier caso que «no se está bloqueando el país ni prohibiendo la movilidad en general, pero sí se pide responsabilidad a las instituciones y a la población». Apuntó que las medidas higiénicas y el distanciamiento son claves.

En cuando a la situación global, en China, salvo en Hubei, ya no hay prácticamente transmisión del virus. Corea del Sur lleva 7 días con un descenso claro de casos: tiene 300 y estuvo por los 800 diarios. El segundo país en número de casos es Italia, por encima de 10.000, y más del 60 por ciento se concentran en Lombardía.

Respecto a la manifestación del 8-M y las medidas tomadas al día siguiente en la Comunidad de Madrid (cierre de colegios), «la evolución de los casos en Madrid no cambió hasta la información del lunes referente al domingo; fue ahí cuando se detectó un aumento sustancial que contrastaba con el que se venía dando precisamente hasta ese momento. No es necesario tomar meddias cuando su impacto no va a ser el adecuado».

El director del Centro de Emergencias y Alertas Sanitarias reconoció, en cualquier caso, que «es cierto que durante ya el domingo, en conversaciones informales con algunos compañeros de la Comunidad de Madrid, estaban planteando la posibilidad de que el número de casos estuviera incrementándose más de los esperado, eran informaciones parciales que si no recuerdo mal fueron a partir de las dos o tres de la tarde y que luego se concretaron el lunes por la mañana ».

Respecto a la respuesta sanitaria, «la privada está incluida en la respuesta a la crisis y está trabajando bien; me hablaron de un posible abuso, pero no es generalizado».

En cuanto a los recursos, «el estrés en los hospitales no es el mismo. Madrid es la comunidad es más afectada y es mayor el número de centros con situación complicada. «No es que no tengan en general los recursos, pero están ajustados; no se pueden usar de la misma manera que cuando estamos sin brotes, pero se han establecido los mecanismos para evitar ese riesgo de desabastecimiento. El responsable de las compras centralizadas y de la distribución ha dicho que los transportes están llegando a las comunidades más afectadas , y que van a resolver el problema durante un periodo de tiempo, no sé cuánto».

En cuanto al desbordamiento de las UCIS admitió que hay que reforzarlas y que le consta que se hacen esfuerzos para ello . «Es verdad, además, que el 81 por ciento de los que están en UCIs en España, están en hospitales de Madrid». También reconoció que hay hospitales muy saturados y que están respondiendo bajo un estrés importante también por la incertidumbre con los desabastecimientos. En cualquier caso, dijo que en la región de Madrid la presión viene dada por las características de los pacientes. «Como saben, hay un grupo importante asociado a residencias y centros sociociosanitarias donde hay población frágil. Esto implica que la incidencia de cuadros graves y letalidad es muy superior que en otros grupos poblaciones.».