Un escapista español bate el récord mundial de magia extrema al aguantar 4 horas en un sarcófago de hielo

Tan solo un año después de conseguir esa plusmarca, la perdió, debido a que el rumano Cristian Gog fue capaz de permanecer durante 3 horas.

El reto que se propuso este año el pacense, dentro del XIV Festival Internacional Vive La Magia de Burgos , era, en un principio, llegar a las 3 horas y 40 minutos envuelto en papel film y bajo una serie de bloques de hielo y granizo. Sin embargo, una vez conseguido, ha tratado de continuar hasta conseguir superar las cuatro horas y ser el primero en batir un registro nuevo.

Cerro comenzó la hazaña ayer a las 18:49, momentos en los que ya unas decenas de curiosos se acercaron hasta el iglú mágico ubicado en la plaza de la Libertad para contemplar el reto. A partir de ese momento, cientos de burgaleses desfilaron por el lugar, hablando con el ilusionista, interesándose por su estado y retratando el momento con sus teléfonos móviles.

A pesar de que a las 21:49 el récord ya estaba batido, la idea era llegar a las 3 horas y 40 minutos para, según ha comentado a los ciudadanos que por allí se han acercado, «ponérselo más difícil a todos los que quieran superarlo» .

Cuando el reloj estaba a punto de llegar a la hora marcada, el público comenzó una cuenta atrás de 10 segundos que concluyó con un aplauso, aunque Víctor Cerro decidió intentar llegar hasta las cuatro horas.

Durante más de 20 minutos, el escapista extremeño sufrió varios episodios de aturdimiento y temblores , pero continuó hasta que, llegadas las 23:00 y superadas las cuatro horas, puso fin a su aventura dejando la marca en 4:10:31.

Al concluir, agradeció a todos los presentes su apoyo y también a la ciudad de Burgos por ser testigo de su objetivo, y concluyó señalando que lo que habían visto puede que les gustase o no, «pero nunca les dejará indiferentes».

Una vez conseguido este récord, Víctor Cerro se desplazará a León para inaugurar el próximo 25 de diciembre el Festival de Magia con su espectáculo « El Ángel de la Muerte », que representará en la fachada de la Catedral, y en el que tendrá que escapar enfundado en una camisa de fuerza, atado a un cable y colgado de una grúa, antes de que una estructura de cuchillas se cierre sobre él.