EE.UU., a la caza de los ganadores de la Powerball: aparece uno de los tres acertantes

«Creo que el público estadounidense quiere conocerlos y aunque quieren mantener su privacidad una vez todo esto se acaba, quieren que el público sepan que son los ganadores» , explicó Joe Townsend, el abogado de Memphis al que contrataron en cuanto descubrieron que eran los acertantes. «Sabía que quería un contable. Sabe que necesitaba un abogado y seguir los procedimientos que te recomiendan», explicó John Robinson. Pero parece que la familia ganadora ha dado con un caso raro de abogado que recomienda que aparezcan en directo en televisión para anunciar al país la buena nueva. «Ahora estoy nervioso porque todo el mundo lo sabe» , reconoció Robinson. La asesoría habitual recomienda cambiar números de teléfono, direcciones de correo electrónico y establecer fideicomisos para gestionar la fortuna.

No se puede negar, sin embargo, que la presencia de los Robinson en el programa permitió descubrir lo cerca que la familia estuvo de cerrar la puerta a la suerte. John volvía de trabajo y su mujer le llamó por teléfono para ver si iba a comprar un par de billetes de lotería, la misma noche en la que se produjo el sorteo.

«La verdad es que no me apetecía parar a comprar, pero bueno, me dije 'vale, me paro' . Llegué a casa, no me encontraba bien y le dije a mi mujer 'voy a acostarme un rato'», relató. Lisa se quedó mirando el sorteo y después de comprobar tres veces que los números coincidían fue a despertar a su marido. Ya no pudieron dormir el resto de la noche. Ahora aseguran que no tienen pensado dejar sus trabajos y que seguirán viviendo en la misma casa. Pero tendrán 533 millones de dólares en el banco.

Solo hay seis estados donde la normativa permite a los ganadores de lotería seguir en la intimidad. No es el caso de Tennessee y en los otros dos estados donde se acertó la Powerball, en California y Florida. Los acertantes deben presentarse ante las autoridades de lotería con su billete premiado.

Todo el mundo sigue pendiente de quiénes serán los otros dos afortunados. Se llegó a conocer que la ganadora en California era una enfermera, pero fue una broma que le gastó su hijo. Hubo celebraciones en el centro médico de Pomona en el que trabaja hasta que se descubrió la chanza. Quién sí celebró con razón fue el dueño del 7-Eleven donde se vendió el billete en Chino Hills, al que Loterías de California ha recompensado con un millón de dólares.