Las distintas caras de la 'maría' en 15 preguntas y respuestas

Así, en las últimas semanas, estas tres formaciones políticas han registrado propuestas de ley con un ámbito regulatorio para adultos que elimine la inseguridad jurídica, reduzca el mercado ilegal que impera en la actualidad y permita aflorar la economía sumergida que genera, sin incitar al consumo y advirtiendo de sus riesgos.

Con más de 3,2 millones de consumidores habituales, el debate sobre esta antigua demanda vuelve a abrirse con fuerza en nuestro país y en ABC te acercamos las claves para no perderte en la carrera por la regularización del cannabis:

La marihuana es una mezcla verde, marrón o gris de partes desmenuzadas y secas de la planta de la marihuana. La planta contiene sustancias químicas que actúan y pueden alterar el estado de ánimo o conciencia de una persona tras su consumo.

El efecto que provoca esta sustancia depende de muchos factores y es diferente para cada persona. Sin embargo, tal y como se indica en el Plan Nacional Sobre Drogas, es común que tras su consumo se produzca sequedad de boca, enrojecimiento ocular, taquicardia, descoordinación de movimientos , risa incontrolada, somnolencia, alteración de la memoria, de la atención y de la concentración.

A largo plazo, la marihuana también puede afectar al desarrollo del cerebro y provocar que estas últimas aptitudes queden afectadas de forma permanente o que el individuo tenga problemas para recordar cosas durante su vida adulta.

La marihuana y el cáñamo son dos variedades de la misma planta : Cannabis sativa.

La diferencia principal entre estas dos variedades es que el cáñamo es cualquier cepa que contenga menos del 0,3% de THC, principal compuesto psicoactivo en la planta, y la marihuana cualquiera con más del 0,3% de THC por peso seco, pudiendo incluir tanto Cannabis sativa como Cannabis indica, una especie relacionada. Además, y mientras que el primero se emplea para hacer textiles o suplementos nutricionales, la segunda se utiliza por los efectos psicoactivos que provoca.

Hay que tener cuidado porque, a menudo, los términos cannabis y marihuana se usan de forma indistinta para hablar sobre esta última.

La manera más frecuente de consumir marihuana es introduciendo las hojas sueltas y picadas en papel de cigarrillo, mezclándolas o no con tabaco, o fumándolas con una pipa o pipa de agua, más conocida como 'bong'.

Pese a lo que muchas personas piensan en la actualidad, entre el 10% y el 30% de los consumidores desarrollan un trastorno adictivo que no pueden controlar.

Existen dos maneras de cultivar marihuana, en exterior y en interior .

En ambos supuestos, en el lugar seleccionado las temperaturas nunca deben bajar de los 12ºC ni superar los 30ºC, las plantas deben recibir de 6 a 8 horas de luz al día y estar protegidas de las inclemencias del tiempo.

Los invernaderos, al ser recintos en los que se mantienen condiciones ambientales para favorecer el cultivo, aprovechan la luz natural del sol y ofrecen el resguardo de un ambiente interior.

No. A pesar de su popularidad, el Código Penal castiga como delitos el cultivo, la elaboración, el tráfico y la posesión ilícita de esta sustancia, así como las actividades que promuevan o faciliten el consumo de drogas tóxicas, estupefacientes y sustancias psicotrópicas. En España, el artículo 368 distingue entre drogas que causan y que no causan daño a la salud, y a este último pertenece el cannabis.

Sin embargo, el Código Penal no considera delito el consumo, la posesión y el cultivo siempre que sea para el propio consumo .

El Tribunal Supremo utiliza una tabla elaborada por el Instituto Nacional de Toxicología que establece la dosis media de consumo, atendiendo a que un consumidor se suele proveer de sustancia para cinco días y fijando así en 100 gramos la posesión legal para el consumo personal.

La Ley Orgánica 4/2015 de Protección de Seguridad Ciudadana establece sanciones administrativas de carácter grave o muy grave con multas de 601 hasta 30.000 euros .

Sí, la compra de semillas de marihuana es completamente legal en nuestro país. Este producto puede adquirirse en 'Grow Shops' , tiendas especializadas en las que el comprador puede hacerse con todo lo necesario para el cuidado de su planta.

Sí, en las asociaciones cannábicas , entidades sin ánimo de lucro en las que se consume marihuana con fines terapéuticos o lúdicos entre sus socios.

Estos lugares, que necesitan estar inscritos en el registro autonómico de asociaciones para estar legalmente constituidos y deben respetar las normas básicas que establezca el municipio en el que se encuentre, tienen amparo legal, pese a que el cultivo y tráfico de la marihuana que se consume en su interior viven en una alegalidad.

El Tribunal Supremo, por su parte y con respecto a este tema, ha avalado las pequeñas asociaciones, pero ha puesto coto a todas aquellas que cuentan con cientos de asociados. ¿El motivo? Considera que pueden estar dedicándose al tráfico de drogas para obtener un beneficio económico.

La crisis ha disparado el cultivo particular de marihuana, no solo para consumo propio, sino también como una vía alternativa de ingresos. Se ha convertido en algo usual las operaciones policiales en viviendas o chalés en casi toda España.

En un artículo publicado por ABC en 2017, Rubén Jiménez Rodríguez, inspector jefe de la Policía Nacional, revelaba los pingües beneficios que puede suponer la comisión de este delito de puertas para dentro. «Con unas plantitas en casa te puedes sacar entre 3.000 y 5.000 euros al mes, aunque no es un negocio fijo, no da dinero todos los meses y requiere una abultada inversión económica, entre lámparas de calor, extractores, ventiladores...».

La realidad hoy, cerca del final de 2021, ha empeorado. Este año, tras el severo golpe asestado por la pandemia a la economía de muchas familias, hay quienes han visto en este 'negocio' una fuente de ingresos o una ayuda para llegar a fin de mes.

A la cabeza de Europa, únicamente superada por Turquía, Italia y Alemania, según el Informe Europeo de Drogas y Toxicomanía, se encuentra Granada .

Según el Informe Europeo sobre las Drogas de 2017, elaborado por el Observatorio Europeo de Drogas y Toxicomanía, en la ciudad andaluza el cannabis se produce sobre todo para el consumo local, un escenario que se ha agravado con la proliferación de las plantaciones de interior que suministran marihuana a otros países.

Los efectos medicinales del cannabis, según indica Medline Plus en su página web, son:

1. Aliviar dolores crónicos o derivados de lesiones nerviosas.

2. Controlar las náuseas y los vómitos provocados por la quimioterapia para el cáncer.

3. Hacer que una persona sienta ganas de comer, algo que ayuda a quienes no comen suficiente o están perdiendo peso debido a otras enfermedades como el VID/SIDA.

Tal y como explican desde la Clínica Mayo, las enfermedades que se tratan actualmente con marihuana son: la enfermedad de Alzheimer, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), el VIH/SIDA, el cáncer , la enfermedad de Crohn, la epilepsia y las convulsiones y el glaucoma.

No son las únicas. La esclerosis múltiple, los espasmos musculares, el dolor severo y las náuseas severas son otras dolencias que pueden tratarse con esta sustancia.

Entre aquellos medicamentos con receta a base de compuestos de marihuana se encuentran el Dronabinol (Marinol), un medicamento que trata las náuseas y el vómito provocado por la quimioterapia y la pérdida del apetito en personas con VIH/SIDA, y la Nabilona (Cesamet), que también se emplea para calmar las náuseas y el vómito provocados por la quimioterapia.

Estos productos, junto a otros dedicados al uso medicinal, se han convertido en un floreciente negocio dentro y fuera de nuestras fronteras. En Soria, por ejemplo, la localidad de Garray decidió este mes de abril cambiar el cultivo de rosas por el del cannabis medicinal y ya cuentan con la licencia de la Agencia Española del Medicamento para cultivar tres hectáreas de esta planta.

Algunos de los efectos secundarios detectados se encuentran algunos de caracter leve, principalmente problemas gastrointestinales como diarrea. También hay que tener en cuenta que pueden darse otros efectos derivados de la interacción entre medicamentos.