La Cumbre del Clima mantiene los puntos clave abiertos en la recta final de las negociaciones

« Hay un pequeño número de problemas clave que requieren atención urgente », ha dicho el presidente de la COP26, Alok Sharma. Pese a los avances hechos la pasado noche en torno a la financiación y la ayuda para pérdidas y daños de los países en desarrollo (un tema clave en esta cumbre), los textos siguen sin tener suficiente claridad, ha dicho.

Entre las cuestiones en las que se han avanzado, el nuevo borrador reconoce que es necesario que las emisiones globales caigan un 45% para 2030 para limitar la temperatura global en 1,5º. Según los científicos, si no se actúa en esta década, ya será imposible mantenerlo esta cifra y por eso era un tema central para este encuentro. Por ello, algunos países están intentando introducir un compromiso para que se revisen al alza en un año. El nuevo borrador así lo refleja, aunque también dice que se podría tener en cuenta «diferentes circunstancias» nacionales, lo que podría suponer que algunas estados se desmarquen. Según Reuters, Estados Unidos no respalda introducir revisiones anuales de estos objetivos, que originalmente estaban fijados en periodos quinquenales.

En el último borrador, también se pide a los países, aunque en un lenguaje más suave que en el primer borrador, la supresión progresiva del carbón y de las subvenciones «ineficaces» a los combustibles fósiles. Era previsible que este apartado se debilitase, debido a la presión de las economías petroleras, aunque también era una señal política importante para los países más amenazados por el cambio climático. Pero este cambio no ha gustadoa todos. «Esta COP debe enviar una señal clara sobre el compromiso de detener los subsidios a los combustibles fósiles», ha dicho el jefe negociador europeo, Frans Timmermans.

Por ahora, y casi como en cada cumbre, el dinero es uno de los principales escollos a estas alturas de las conversaciones. Pero en esta ocasión el encuentro llegaba con una promesa incumplida. En el Acuerdo de París (2015), los países se comprometieron a aportar 100.000 millones de dólares anuales para los países en desarrollo a partir de 2020, pero pasado el plazo esa cifra no ha sido completada, algo que ha enrarecido las conversaciones de este año y ha hecho planear la desconfianza en las negociaciones.

Los países en desarrollo quieren una fecha y un compromiso concreto . En el último borrador se reconoce que se necesita un aumento significativo en la financión y «observa con profundo pesar» que aún no se ha cumplido el objetivo. Y añade, además, un nuevo plazo, ya que insta a los países desarrollados a «cumplir plenamente el objetivo de 100.000 millones de dólares con urgencia» como máximo en 2025.

Tras las críticas sobre el escaso compromiso que había en torno a cómo ayudar a los países que sufren los efectos del cambio climático, la presidencia ha lanzado un nuevo texto reforzando este apartado. El borrador ahora «insta» a los países desarrollados a qu e «al menos dupliquen» sus aportaciones financieras para la adaptación a los impactos del cambio climático que necesitarán los estados más desfavorecidos para 2025.

Tina Stege, la negociadora climática de las islas Marshall y portavoz de una coalición de países que piden «más ambición», ha asegurado esta mañana que ahora mismo, el apartado de daños y pérdidas es insuficiente . «Es demasiado importante para que nos conformemos. Debemos fortalecer la acción sobre las pérdidas y los daños». El acuerdo que salga de esta cumbre debe ser aprobado por unanimidad.