El coronavirus podría obligar a teletrabajar y cerrar colegios en zonas de Madrid y Vitoria

Los focos que más inquietan se concentran en las localidades madrileñas de Torrejón de Ardoz y Leganés; también en Vitoria. En la capital alavesa, una posible transmisión dentro del Hospital de Txagorritxu hace temer un bloqueo del centro sanitario.

Tras mantener ayer varias reuniones con las autonomías, el ministerio decidió mantener el nivel 1 de alerta, denominado de contención. «Se sigue trabajando con las comunidades y las sociedades científicas de forma continuada», aseguró en un comunicado. Ayer no hubo cambios, aunque no se descarta un cambio de escenario en zonas «muy concretas», explicaba por la mañana Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y de Emergencias del Ministerio de Sanidad. Las medidas que se están valorando son el control de reuniones y eventos en los que se acumula un gran número de personas, así como el cierre de escuelas o el teletrabajo. Pero «lo más eficaz» es que las personas con sintomatología «asuman la responsabilidad» de quedarse en casa, insistió Simón.

La comunidad madrileña, con 29 positivos, concentraba ayer el mayor número de infectados por coronavirus del país. De esos 28 casos, seis son importados de zonas de riesgo y el resto, de origen desconocido y los que más preocupan.

La investigación epidemiológica sugiere que una iglesia evangélica de Torrejón de Ardoz ha sido el origen del foco de esta localidad madrileña y de dónde se extendió a Leganés. Pedro Tarquis, portavoz de la Alianza Evangélica de España, confirmó ayer que tres miembros de esta iglesia de Leganés están ingresados en centros hospitalarios por haber contraído el coronavirus. Se mantienen en cuarentena diversos fieles, incluido el pastor, como medida de precaución porque la esposa de este último sí ha dado positivo. En esta parroquia también se ha suspendido el culto, asi como en la de Torrejón. En esta última población no hay signos de «psicosis» en la estación de Cercanías, uno de los puntos de mayor afluencia. «Llevo mascarilla por el polen, tengo alergia», explicaba a este diario una mujer, la única protegida entre decenas de personas. «Mi hija es enfermera en el hospital y está todo muy tranquilo; no estamos preocupados», aseguró a su vez una señora en una parada de autobús cercana.

Si bien la calma domina las calles, las farmacias continúan sin poder satisfacer a sus clientes, desabastecidas de mascarillas desde hace un mes y, ahora, sin geles desinfectantes. «Compran alcohol», cuenta una empleada de una céntrica botica.

Además de estas áreas de Madrid, preocupa la situación de Vitoria, donde también se podrían plantear medidas de contención más estrictas. El principal foco en el País Vasco se encuentra en el hospital alavés de Txagorritxu. Allí todo empezó con la infección de un profesional médico que ha ido transmitiendo el virus a otros miembros del personal sanitario, aunque no se ha podido identificar el origen del contagio. El último afectado es un sanitario residente en La Rioja que se comunicó ayer y , por el momento, se encuentra «asintomático» y aislado en su vivienda. El Servicio Vasco de Salud comunicó en una circular a sus trabajadores que los pacientes de los hospitales no podrán salir de sus cuartos durante el ingreso y que las visitas deben restringirse a una única persona, confirmaron desde el área sanitaria.

Sanidad quiere evitar una situación similar a la de Italia donde el retraso en encontrar a su paciente cero provocó un estallido de casos que se cuenta ya por miles. Entre el domingo y el lunes pasado hubo un aumento «sustancial» de casos al pasar de 83 a 114, aunque los datos «cambian por minutos». El 90 % de ellos importados y solo entre 5 y 10 están graves.