El chef canario que ayuda a José Andrés a alimentar a los héroes de La Palma

«Estamos desde el minuto uno que saltó la emergencia. Hemos dado cobertura con nuestros camiones, hemos llevado congeladores a sitios que no había para que puedan tener bebida fría y ahora preparamos picnics para mediodía y comida caliente para la noche . Preparamos platos de la cocina tradicional canaria: carne fiesta, mojo, garbanzos… Igual puede parecer muy contundente para la noche, pero nosotros no sabemos si esa persona a la que vamos a alimentar lleva toda la noche de guardia», explica a ABC Romero tras una jornada maratoniana. Sus cocinas abren a las 5.30 horas y cierran con el último servicio, más allá de las 18.00 horas, aunque hay días que han tenido que estar entre fogones hasta la madrugada.

«La ONG World Central Kitchen lo gestiona todo y nosotros nos encargamos de la producción. Ellos se desplazan para llevar la comida allá donde las personas están trabajando y así nos aseguramos de que comen caliente», cuenta orgulloso Romero. El propio José Andrés se personó el jueves por la noche a la isla para ayudar a su equipo. «Mi corazón está con los palmeros, especialmente con aquellos que han visto sus hogares y sus medios de vida destruidos por el volcán. La Palma volverá más fuerte... la esperanza se puede encontrar en cualquier lugar», animaba en un vídeo publicado en redes sociales.

La erupción ha obligado a cerrar dos supermercados de la isla , cuyos trabajadores han pasado a las órdenes de Romero como refuerzo en cocinas. «Luego contamos con el personal de la zona que, cuando acaba su turno, decide venir a echarnos una mano. Porque tenemos que seguir también preparando comida para colegios y residencias», cuenta.

Lamentablemente, señala Romero, no es la primera vez que les toca arrimar el hombro en esta 'isla bonita'. Lo hicieron también durante la pandemia y en los incendios que asolaron la zona en 2016. «Para mí sin duda lo más duro está siendo esto. Porque además parece que estaremos tiempo trabajando. Ojalá me equivoque, pero creo que no. La lava está matando la parte agrícola de la isla, y no hay que olvidar que los palmeros viven de la agricultura, no del turismo. Hay una parte de la isla que ya no está y que no va a ser la misma», subraya.