El cardenal Omella alerta que las peticiones de ayuda a Cáritas se han triplicado con el coronavirus

En declaraciones a la Cadena Cope, el arzobispo de Barcelona aseguró que la institución cumple el principio evangélico según el cual "que la mano izquierda no vea lo que hace la derecha". "No nos gusta hacer mucha propaganda, vamos trabajando en silencio, pero cuantísimas cosas se han hecho", ha puntualizado Omella.

El cardenal recordó que las donaciones a Cáritas han aumentado estos días. "Cáritas es la gran asociación de la Iglesia, es la misma Iglesia católica, es la mano de la caridad de la Iglesia. La caridad de la Iglesia organizada es Cáritas y Cáritas está en todas las parroquias y en todos los lugares desviviéndose", aseguró el cardenal.

Para colaborar con esta labor, la Conferencia Episcopal Española ha entregado a esta institución de la Iglesia "seis millones de euros para que las Cáritas de todas las diócesis se lo repartan" a fin de "atender a los pobres en estos momentos".

Además ha recordado que la Iglesia como institución ha prestado locales para atender a las necesidades de la gente, entre ellos seminarios o casas de ejercicios para que se puedan poner camas de hospitales. "En Barcelona hemos puesto a disposición cuatro iglesias por si las necesitaban para poder poner camas", aseguró el presidente de la CEE.

Entre las muchas iniciativas puestas en marcha por la Iglesia, el cardenal también mencionó teléfonos como los "de la esperanza" para prestar apoyo psicológico o espiritual a las personas que sufren las consecuencias de la pandemia.

Ante la imposibilidad de oficiar funerales durante el estado de alarma, el cardenal recordó que todos los domingos los sacerdotes nombran en la Eucaristía que se emite por streaming a las personas fallecidas durante la semana, lo que "reconforta a sus familiares cuando ven el nombre del finado en la televisión".

"La Iglesia está haciendo una labor ingente, lo que pasa que no sale en los medios de comunicación. No importa tampoco eso porque lo que a nosotros nos importa es hacer el bien y amar a la gente", aseguró el arzobispo de Barcelona, quien admitió haber vivido una Semana Santa con "un sentimiento agridulce" debido a las medidas de confinamiento.

Sobre las misas canceladas por la Policía por celebrarse en alguna terraza, el cardenal indicó que no le habían llegado ninguna noticia al respecto pero explicó que cuando recibieron el decreto de confinamiento del Gobierno, a pesar de que no hablaba de las Iglesias, los obispos eliminaron la obligación de acudir a Misa. "Tendríamos que respetar eso. Lo importante es no salir de casa", insistió.